Digerido el disgusto de Son Moix, la UDL piensa exclusivamente en la Ponferradina, rival ante el que los riojanos inauguran su recta final de diciembre con seis partidos en el horizonte hasta el 20 de diciembre (uno cada tres días). 

La derrota en Mallorca no altera la hoja de ruta de los blanquirrojos aunque el encuentro dejó secuelas no en cuanto al resultado (doloroso en cualquier caso) sino por el elevado número de damnificados. Roberto Santamaría y Roni no estarán hoy en la convocatoria como tampoco lo estará el sancionado Andoni López.

Sergio Rodríguez optó ante el Mallorca por un once de circunstancias a la vista del calendario infernal que le aguarda a los logroñeses hasta Navidad. Pero pese a las limitaciones numéricas del equipo, el técnico logroñés apostará hoy por un once mucho más reconocible.

La principal duda estriba en saber quién acompañará a Clemente en el eje de la zaga y quién formará en vanguardia de ataque junto a Leo Ruiz, ausente en Palma de Mallorca.

Obviando el 4-0 del domingo, la plantilla logroñesa ha dado sobradas muestras de saber competir en cualquier circunstancia y con cualquier once.

En vísperas del encuentro que prosigue la decimosexta jornada, Sergio Rodríguez tuvo palabras de elogio para la Ponferradina, equipo que se planta en Las Gaunas a paridad de méritos con los riojanos.

Los bercianos llegan a Logroño con las bajas confirmadas de Yac Magagi y Álex Aizpuru ‘Kaxe’, con fractura nasal. El equipo de Jon Pérez Bolo totaliza 23 puntos después de haber sumado ocho unidades de las últimas doce en juego (una menos que las conseguidas por la Unión Deportiva Logroñés en el mismo número de partidos).

La Ponferradina, en su segunda temporada consecutiva en Segunda (le ganó el ascenso al Hércules, verdugo a su vez de los blanquirrojos), fue definida por el conjunto logroñés como un equipo de los que hace bola: «La Ponferradina se le atraganta a la mayoría de sus rivales y es capaz de competir en todo tipo de terreno, con todos los equipos y con todo tipo de juego». Los leoneses llegan con la moral «alta» tras la victoria ante el Leganés (3-2) aunque los riojanos, pese al fiasco balear, también tienen motivos para presumir.