Las tormentas dañan a frutales y olivo y respetan a la viña

Feli Agustín
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Las lluvias del fin de semana, que se tornaron en pedrisco en municipios de Rioja Baja colindantes con Navarra, afectan también al olivo. Se espera que oree para evitar la botrytis

Manzanas afectadas por el pedrisco en la zona de Alfaro. - Foto: ARAG Asaja

A la espera de la evolución meteorológica de los próximos días, la tormentas del fin de semana han castigado a algunos cultivos, aunque los daños han sido limitados. Desde la Consejería de Agricultura confirmaban en la mañana de ayer que no habían recibido notificaciones de siniestros, extremo que confirmaban de desde ARAG-Asaja, a falta, eso sí, de un análisis más exhaustivo. Así lo apuntaba su secretario general, Igor Fonseca, que recordaba que las tormentas han sido principalmente de lluvia, aunque la de madrugada del domingo se tornó en pedrisco en municipios de Rioja Baja colindantes con Navarra, donde Corrella, Cientruénigo y Fitero han resultado muy afectados. 

Así, en Aguilar, Cervera, Cornago, Arnedo, Quel o Alfaro cayó pedrisco, que provocó daño «intenso» a la manzana, almendro  y olivo, «del que ha tirado buena parte de la cosecha en un año como este». Fonseca no descarta que la viña en estas localidades haya sufrido afección a consecuencia de la piedra, aunque la masa foliar con la que cuenta la protege de los perjuicios que sufre la fruta, más expuesta a las inclemencias.

La Unión de Agricultores refrenda la información de Fonseca y señala que las lluvias se han desarrollado con desigual incidencia en la Comunidad,  principalmente en los pueblos fronterizos con Navarra y Aragón y en el valle de Ocón, «acumulándose mucha agua hasta prácticamente Logroño».

¿Botrytis?  Este escenario climático ha provocado  «un parón» en la recolección de la uva blanca, que se ha iniciado en Rioja Baja y Media, con la confianza de que el cierzo, el viento del norte, ayude a orear la viña para evitar la aparición de botrytis.

«La situación sanitaria es buena», asegura el secretario genera de ARAG-Asaja, que apunta varios escenarios si persisten las lluvias. El resultado, entiende, va a depender de varios factores, entre los que menciona la cantidad de agua que caiga, el estado de maduración, la temperatura -las noches frescas impiden su desarrollo, al contrario que las condiciones de calor, humedad ambiental y altas temperaturas- y si el viticultor ha realizado un tratamiento preventivo contra la botrytis.

La UAGR  apunta que  estas lluvias, ya con la vendimia del blanco en marcha y a punto de comenzar la del tinto,« no son nada buenas», ya que pueden facilitar la aparición de focos de botrytis, sin que los agricultores puedan ya aplicar tratamientos, debido a la inminencia de la cosecha.

 Solicita a las diferentes administraciones «que hagan todo lo que esté en su mano» para arreglar las infraestructuras dañadas en los últimos días, de manera que, en cuanto escampe, los viticultores puedan continuar rápidamente con la vendimia. Apela a Agroseguro a que realice las peritaciones en las zonas siniestradas «urgentísimamente», para que los viticultores puedan proceder a vendimiar con los daños ya tasados. «Si las peritaciones no se hacen antes de la vendimia, el agricultor ha de dejar un 5% de muestra, lo que en el caso del viñedo significaría una pérdida importante», recuerda.