Jony vale la final

El Día
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El logroñés, en el añadido, aprovecha un error para con un gran zarpazo finiquitar a la SDL

El encuentro se decantó del lado local con un gol de Jony en el 90. - Foto: Óscar Solorzano

Ficha técnica:

UDL: Álex Daza; Beñat, Ugarte, Liza, Iñaki; Unai (Goti, 84), Urcelay, Capde (Sarriegi, 62), Seguín; Álex Arias (Joni, 70) y Yurrebaso (Ander Vitoria, 70).

SDL: Uri; Gexan, Trespalacios, Ezkurdia, Manny Rodríguez; Arratia (Edu Martínez, 46); Óscar Fernández (Dani Garrido, 71), Toni García, Sabater, Pepe Carmona (Rubio, 71); y Jordi Escobar.

Árbitro: Borja Martínez García (colegio riojano). Amonestó a los locales Álex Arias e Iñaki así como a los visitantes Damià Sabater, Jordi Escobar, Óscar Fernández, Gexan y Rubio.

Gol: 1-0, M. 90: Jony.

Incidencias: 3.862 espectadores en Las Gaunas según informó el club.

 

Jony, con un gol con sabor a reivindicación, clasificó a la Unión Deportiva Logroñés para la final de la Copa Federación en su fase riojana. El delantero logroñés no dio un balón por perdido y, superando la pasividad defensiva de la Sociedad Deportiva Logroñés, sentenció un duelo de rivalidad que no pasará a la historia. Cuando los penaltis parecían el desenlace más evidente para una cita un tanto indigesta, el '9' blanquirrojo penalizó un error visitante. En cualquier caso los de Diego Martínez fueron los que más lo intentó en la segunda mitad y acabaron llevándose el premio de la final. 

El derbi, sin tanto voltaje como los precedentes, nació con el cuadro local dominando el esférico sin intimidar a Uri. La SDL, contemplativa al inicio, no tardó en reclamar su protagonismo con Toni García como hilo conductor. Pese a los buenos propósitos de ambos equipos, las áreas fueron un espacio inviolado durante el primer cuarto de hora. Los de Jordi Fabregat controlaban  quizás más los tiempos de juego pero era una circunstancia anecdótica. Más allá de un centro sin destinatario de Óscar Fernández, la nada ofensiva.

Los verdes aumentaron su control del juego, con dos córners sin consecuencias. La UDL, obligada a recular, intentó afilar la contra aunque sin posibilidad de intimidar a Uri. El primer aviso serio llegó en el 27, con un remate bien intencionado de Escobar que atajó con sobriedad Álex Daza. Acabó siendo el único remate a puerta en el primer acto por parte de los veintidós protagonistas. Demasiado respeto, mucho fútbol magro y poca sustancia en una media hora rácana en emociones, fiel reflejo de la escasa enjundia de la competición.

Los de Diego Martínez, sin sobresaltos atrás, apenas crearon peligro más allá de una buena internada de Unai García que, partiendo desde la derecha, acabó rematando por encima del larguero. A poco más que eso, pese a un bonito escorzo de Seguín, se redujeron las aproximaciones ofensivas de los blanquirrojos que alcanzaron el descanso recuperando la posesión del cuero pero sin capacidad de sorpresa en campo rival. La primera parte de ambos no pasará a la historia del fútbol logroñés.

La segunda mitad nació sin ritmo y sin sobresaltos, más allá de una carrera de Escobar, el mejor sobre el terreno de juego, detenida en falta por Iñaki. Damià Sabater ajustó en exceso su lanzamiento. La UDL proponía aunque sin margen para la sorpresa ante una SDL que se limitó a contener daños. 

En un despeje afortunado llegó la oportunidad más clara de los locales. Solo la madera impidió que el remate límpido de Álex Arias se convirtiese en el primero. El asturiano no se lo pensó. La fortuna, en este caso, se vistió de verde. El remate animó a los de Diego Martínez que trataron de sitiar a una SDL que, durante una hora, había vivido de lo más cómoda.

La UDL ganó en intensidad y la SDL recuperó espacios aunque sin aprovecharlos. El partido se inclinó. A Jordi Fabregat no le quedó otra que reforzarse. Con Rubio y Dani Garrido por los desaparecidos Óscar Fernández y Carmona, los de verde, con el centro del campo perdido, ganaron en intimidación aunque era la UDL la mejor posicionada para adelantarse en el marcador. El partido era suyo (Ugarte en el 79 marcó pero el tanto fue invalidado por falta previa). Solo una contra visitante podía cambiar el escenario. 

Dani Garrido, de un disparo manso, y Rubio, con dos salvas fuera de mira, lo intentaron sin fe. El encuentro, pese a los intentos de la UDL (Ugarte, de cabeza, a punto estuvo de superar a Uri), estaba condenado a los penaltis. Era el desenlace más emocionante para unas semifinales carentes de sensaciones. Sin embargo, en el añadido, un balón mal defendido por la zaga verde fue aprovechado por Jony para, con un remate quirúrgico, ahorrar a su equipo el trámite de los once metros y abrochar el pase a la final. Por tesón, los blanquirrojos fueron los que más lo merecieron. El Calahorra les espera el miércoles en el Mundial.