Como cada domingo, la Unión Deportiva Logroñés se asoma a una jornada consciente de que su margen de error es inexistente. Sus aficionados asumen el descenso pero este aún no es matemático. El objetivo ante el Nàstic (Las Gaunas, 16 horas) no es otro que retrasar la realidad. Con ocho puntos por recortar y doce en juego, los logroñeses sueñan con derrotar al Nàstic y reducir su desventaja con Cornellà, Real Unión y La Nucía, equipos que con 40 puntos que cierran los puestos de decenso y el primero de la salvación.

Los blanquirrojos, con la baja del sancionado Sergi López, confían en superar al Nàstic, victoria que retrasaría la evidencia estadística y que permitiría a los de Sergio Rodríguez soñar con progresar en la tabla. Y esto no es baladí porque los problemas del Intercity (en la zona verde con 42 puntos) pueden cambiarle la vida al decimosexto clasificado del Grupo 2. Para llegar a esta posición, el equipo logroñés debe superar ocho puntos de desventaja y eso pasa por ganar a un Nàstic que aún no se ha asegurado la continuidad en la categoría. 

En la primera jornada de liga, UDL y Nàstic empataron a dos. Desde agosto, la involución de los blanquirrojos ha sido clara mientras que los granas nunca han estado a la altura de lo esperado.