El acusado apunta que el desaparecido de Entrena está vivo

El Día
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"Si no han aparecido ni él ni las monedas de oro, está vivo", asegura O.P. en la primera sesión del juicio

El acusado, O.P., en el inicio de la primera sesión del juicio del 'caso Entrena'. - Foto: Ingrid

J.O., acusado de asesinar al vecino O.P., de quien no se sabe nada desde julio de 2021, en el conocido como 'Caso Entrena', ha asegurado este lunes, en la primera sesión del juicio: "Si no ha aparecido él ni las monedas" de oro que, presuntamente, la víctima robó al acusado, "está vivo". A juicio del acusado, todo es "un montaje" y J.O. está "donde estén las monedas".

Este lunes se celebra la primera sesión del juicio contra O.P, acusado del asesinato de J.O el 29 de julio del 2021 en su casa en Entrena, por, según la acusación, sospechar que éste, y su novia, le habían robado su colección de monedas y billetes.

El fiscal considera a O.P, con antecedentes por robo con fuerza y maltrato animal, culpable de un delito de asesinato, con alevosía, y otro de tenencia ilícita de armas.

Le acusa de matarle con dos disparos y le pide, por los dos delitos, 23 años de cárcel (22 de ellos por el asesinato). La acusación particular eleva la petición de pena a 28 años (25 por el asesinato y tres por la tenencia de armas).

La defensa niega los hechos, centrada en que no ha aparecido el cuerpo a pesar de la investigación de la Guardia Civil, y pide la libre absolución.

El acusado ha relatado que esa noche llamó a la víctima para pedirle que le devolviera algo de los cien euros que le debía, pero que no llegó a entrar en su domicilio.

Lo vio "a treinta metros" de su casa y J.O. le dijo que se le había estropeado el coche. Estaba "con otras dos o tres personas". Ha explicado que cuando su novia le preguntó por él no le llamó porque dejó el coche junto a su casa y dio por hecho que volvería.

Esa noche, ha ampliado en su declaración a preguntas de las acusaciones particulares, "oyó voces" de personas que le acompañaban. J.O. le dijo: "Que se me ha roto el coche, de aquí a un rato vuelvo". No le volvió a ver, según su declaración.

"Lo tengo más que claro que está vivo; que no ha aparecido porque está vivo y que donde están las monedas está él", ha aseverado.

Junto con su defensa ha concretado cómo a las 20:30 pasó J.O por su casa (aunque no entró) y, una hora después, el acusado llamó a un amigo para que le llevase con el coche a Logroño a arreglar su coche; y desde las 22:00 horas hizo varias llamadas para saber dónde estaba J.O.

También ha contado que escribió a un guardia civil para decirle que le estaban "pasando cosas" a raíz del robo de las monedas; le entraban en casa y tenía miedo. "Se llegaron a dejar ropa, unos guantes y unas llaves", ha dicho.

Ha contado que una ballesta que apareció en el campo se la habían robado a la vez que las monedas. "El último que tiene interés en que esté muerto soy yo, porque lo que quería era recuperar lo que había perdido" ha dicho señalando que es "un montaje".

Ha destacado que los casquillos "no aparecieron" en su casa "en un primer momento", porque los dejaron para incriminarle porque en su casa se podía entrar al estar la cerradura estropeada; y la sangre es "un corte" que se hizo J.O.

DE MARTA DEL CASTILLO AL CRIMEN DE CUENCA

El fiscal ha reconocido la "peculiaridad" de que no se haya encontrado el cuerpo de la víctima, pero ha señalado que ha habido otros casos y, en este sentido, ha citado el caso de Marta del Castillo. "Creemos", ha dicho, "que tenemos pruebas para formular esta acusación".

Son, ha relatado, el móvil (su enfado porque le robó unas monedas); el escenario; y la actitud del acusado, sus coartadas. "Esto va construyendo los indicios de prueba", ha explicado. También ha constatado que fue la última persona que le vio con vida y le convocó para que fuera a su casa.

El acusado, ha dicho el fiscal, hizo "cosas singulares" después de lo ocurrido, encaminadas, ha entendido, a hacer ver que estaba "ocupado en otras cosas" mientras se dedicaba a deshacerse del cadáver. Mientras, recibía la visita de la novia para preguntarle dónde estaba la víctima pero nunca le llamó.

Por último, ha señalado, "hay sangre, hay AND en el lugar donde se oyeron los gritos de socorro", dentro de la casa del acusado, lo que ha calificado "la prueba del nueve que cierra el círculo".

La acusación contratada por el padre de la víctima ha puesto el acento en la "particular crueldad" del hecho de que el cuerpo "permanece ocultado", con lo que hay un daño aún mayor.

En cuanto al abogado de la novia de la víctima, ha constatado cómo "la rapidez de la denuncia" de ella permitió que no se perdieran todas las pruebas.

Para este abogado, Sergio Ruiz, es el "caso Marta del Castillo de La Rioja" al no haber cuerpo.

La defensa, por su parte, se ha referido al 'Crimen de Cuenca', en 1910, con un "informe exhaustivo" y testigos, incluído el párroco, de que dos acusados mataron a la víctima y los descuartizaron. Tras el paso de éstos por prisión, la víctima "aparece y acude al párroco pidiendo su partida de nacimiento".

Tras esto, "se cambió la ley, y para que haya un asesinato tiene que haber un cadáver".

También se ha referido a la acusación a Dolores Vázquez, en la que un jurado popular le condenó "pero se descubrió que era inocente". "La prueba histórica nos dice que no siempre dicen la verdad los testigos y no siempre las pruebas de la guardia civil" son exactas, ha señalado.

"Mi demandante es inocente hasta que no se demuestre lo contrario", ha dicho al tiempo que ha apuntado que es "víctima de una trama para desaparecer con las monedas y fingir su muerte".

La búsqueda de J.O. comenzó al día siguiente de haber estado en casa del causado, a instancia de su novia, con la que convivía, pero el cuerpo no ha sido encontrado.

Diversos testimonios y pruebas periciales deberán dilucidar, en un juicio por jurado popular que durará, previsiblemente, desde este lunes hasta el día 27, qué es lo que ocurrió aquel 29 de julio.

ARMAS EN CASA DE LA VÍCTIMA

A petición de la defensa, testificará el miércoles una persona que, según el abogado de la defensa, puede arrojar luz sobre tres armas encontradas en casa de la novia de la víctima, y que podrían coincidir con los ocho casquillos encontrados en casa del acusado; además de unas monedas, que pertenecerían al acusado; y drogas.

Aunque las acusaciones no eran partidarias de este testimonio, porque podría generar confusión, el juez lo ha admitido. A petición del fiscal, por su parte, testificará el dueño de la furgoneta que estaba en casa del acusado. Hoy, el acusado ha negado, ante el fiscal, que cogiera la noche de los hechos esta furgoneta porque llevaba un mes sin batería.