Un 'rara avis' encadenado a su modelo de ciudad

RB
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Hermoso de Mendoza tenía claro cómo debía ser Logroño en el futuro. La ciudadanía, sin embargo, no compartía esa misma visión

Hermoso de Mendoza quiso dar más protagonismo a la bicicleta. - Foto: Óscar Solorzano

«Su principal error fue plantear la elecciones como un plebiscito sobre su modelo de ciudad y perderlo, claro está». El autor de la frase, un alto cargo del PSOE de La Rioja que prefiere mantenerse en el anonimato resume como veían dentro del partido a un Pablo Hermoso de Mendoza siempre refractario a eso que en política se denomina 'el aparato'. Siempre alejado de lo que se cocía en Martínez Zaporta y sin el apoyo del electorado, era cuestión de tiempo que hicieran sentir al exalcalde esa soledad que, al final, ha acabado por llevárselo por delante.

La reunión del Comité Local el pasado sábado supuso el mejor termómetro que tuvo Hermoso de Mendoza para comprobar los apoyos que mantenía en el órgano oficial: prácticamente ninguno. Aunque en el acta quedó reflejado que la decisión sobre su continuidad se posponía a la celebración de una Asamblea con los afiliados, lo cierto es que su relevo ya solo era cuestión de tiempo.

La constatación de este hecho decantó una decisión que el hasta ayer portavoz municipal tomó el domingo y en la que ha vuelto a hacer gala de la misma valentía que marcó su etapa en la Alcaldía. Solo alguien como Hermoso de Mendoza se atrevería, en la ciudad de las dobles filas, a dar más espacio a las bicicletas o a intentar apaciguar unas calles devoradas por el tráfico. O a intentar eliminar plazas de estacionamiento en San Antón, la zona de tiendas por antonomasia, cuando lo que reclamaban los comerciantes era más facilidades para que los clientes puedan aparcar a la puerta de los establecimientos.

 La vehemencia a la hora de defender su modelo de ciudad: un Logroño más amable y sostenible, contrastaba sin embargo con ciertas carencias a la hora de gestionar. No le perdonan en su propio partido, por ejemplo, que fuera incapaz de abrir la nueva estación de autobuses pese a estar la obra terminada. Apenas días después de salir elegido alcalde, Conrado Escobar, pudo sacar pecho y cortar la cinta pese a que no había contribuido en nada a su ejecución.

Esa aparente dificultad de pasar de las musas al teatro pudo comprobarse también en las cien tiendas. A pesar de los flagrantes incumplimientos de la empresa, a pesar de los múltiples fallos que se apreciaban a simple vista, a pesar de los informes de los técnicos denunciando la situación, no actuó hasta que ya era demasiado tarde.

Hermoso de Mendoza se va con la sensación de ser un incomprendido dentro y fuera del PSOE. El futuro dirá si fue un adelantado a su tiempo o solo un idealista que quiso implantar un modelo de ciudad en contra de los propios ciudadanos.