Designado para la pelota, como quien dice. En su infancia y juventud la vida pasaba entre «el colegio y el frontón, el frontón y el colegio; estábamos todo el día jugando en el frontón». Yo viví en mi pueblo, Tricio, «hasta los 26 o 27 años».
Reconoce que, «no era de los mejores, no era por destacar o no, si no que todo el mundo jugaba a pelota porque era el deporte que se hacía en ese momento». Además, fue constante. «Yo la pelota la mamé desde el principio: jugaba mi padre, mis hermanos, un montón de mis amigos... y, entonces había torneos interpueblos, desafíos, primero jugabas atrás, después delante...» y al final acabó llegando a profesional.
«Estuve jugando en categorías inferiores, el interpueblos, con mi hermano como aficionado, partidos de fiestas... Con 17 o 18 años te llamaban para que fueras a jugar a sitios. Yo compaginaba la construcción con la pelota y, después de la mili, la gasolinera con el frontón.
Con 23 años se produjo su debut profesional en Baños de Río Tobía, de una forma un tanto casual en cuestión de un mes. «En esos momentos era muy difícil pasar a profesionales porque solo había una empresa y pasaban a cuentagotas, pero lo mío fue cuestión de que apareció una nueva empresa y en septiembre del 92 debuté».
Asegura que ha tenido «la suerte» de poder dedicarse profesionalmente mucho tiempo a la pelota «y vivir bien. Me he sentido siempre muy querido en los 22 años que estuve de profesional, que es lo que más valoro, el compañerismo y la afición riojana».
Tras terminar su etapa profesional en 2014, se sumó posteriormente a la empresa Garfe, especializada en pelotaris semiprofesionales.
Además, entre 2011 y 2015 fue tentado por el Partido Popular y se presentó en las elecciones municipal en la lista encabezada por Cuca Gamarra. Relata que se «lo propuso Pedro Sanz y acepté si se vinculaba al deporte», cosa que sucedió, siendo concejal de dicha área esa legislatura. Ahora no se lo plantea. «Yo creo que mi momento político ya pasó y es preferible que gestione gente mucho más preparada».
Actualmente sigue vinculado al mundo del deporte como gestor deportivo del Club Deportivo Calasancio, con equipos de fútbol y balonmano, centrado en el balompié escolar y aficionado. «Es otra faceta en otro deporte, pero me encanta el ambiente deportivo y ver a los chavales entrenando», subraya.
También lleva su nombre la escuela deportiva de pelota de La Rioja, en la que «entrena mi hijo pequeño», de 20 años, y varios frontones le homenajean. «Los reconocimientos los veo con mucho orgullo y satisfacción por ser referente en mi tierra. No me canso de dar las gracias a todo el mundo, tanto a los aficionados de La Rioja como al mundo de la pelota y las instituciones».