Los responsables de las organizaciones riojanas que representan a empresas y autónomos coinciden en señalar el buen hacer de sociedades y trabajadores por cuenta propia, que están devolviendo con la máxima prontitud el dinero que los bancos les prestaron, avalados por la entidad pública Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Al respecto, el presidente de la Federación de Empresas (FER), Jaime García Calzada, constata que «efectivamente las empresas y los autónomos, como suelen hacer siempre», afrontan las deudas con las entidades financieras. «Sin duda, la cultura y voluntad empresarial siempre es hacer frente a las deudas o préstamos y, por lo tanto, así lo están haciendo y lo seguirán haciendo», resalta.
El presidente de la patronal riojana razona que los datos de la morosidad son «bastante bajos», teniendo en cuenta que «muchas empresas, autónomos y sectores empresariales, salieron realmente muy tocados y afectados después de la pandemia».
García Calzada recuerda que, sin acabar de superar los daños que la crisis sanitaria provocó sobre la economía y el tejido productivo, estalló el conflicto bélico en Ucrania y se produjo «la escalada de la inflación y de los costes de energía y carburantes, que han puesto a las empresas en una situación realmente complicada». Estas circunstancias adversas le hacen reflexionar al presidente de la FERque los índices de morosidad constatan cómo las empresas están asumiendo «con gran fortaleza todas estas circunstancias negativas que estamos atravesando» y se está haciendo frente a los pagos, a costa de sus márgenes empresariales.
«Las pequeñas empresas autónomos y negocios son los que están sufriendo esta situación porque tienen menos estructura y solidez financiera que las grandes sociedades», lamenta.
Lo primero es pagar. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA)en La Rioja, Fernando Melchor, coincide con el máximo representante de la patronal en ensalzar la diligencia y celeridad de los trabajadores por cuenta propia en hacer frente a las deudas contraídas. «Lo primero que hace un autónomo riojano es pagar sus deudas», afirma Melchor, que añade que solo caen en los impagos cuando la situación «ya es irremediable», como así lo demuestra el hecho de que son «los que menos créditos adeudan y los que están abonando con mayor celeridad lo que deben».
El presidente de ATA reconoce que, aunque los créditos avalados por el ICO no fueron de cuantías muy elevadas, «fueron muy necesarios durante la pandemia» para que muchos negocios pudieran mantenerse a flote en su actividad.
«No han sido definitivos, pero si una gran ayuda», argumenta Melchor, que apunta que los sectores que mayor uso hicieron de ellos fueron aquellos «que no podían abrir la puerta» y debían seguir manteniendo, o bien las nóminas de sus trabajadores, o bien los costes fijos de su actividad para no darse de baja.
En el caso de autónomos y pymes, el aval del ICO ha garantizado el 80% de las nuevas operaciones de financiación y de las renovaciones;para el resto, el 70% en el caso de nuevas operaciones de préstamo y el 60% para las renovaciones.