Plomo que vale su peso en oro

G.B.
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La antigua mina de Jubera, antaño fuente de riqueza para el valle y luego abandonada, recibe una importante inversión para asegurar la visita a las galerías y mejorar el acceso al turismo

Las galerías se acondicionaron en su día para las visitas, pero el paso del tiempo ha deteriorado barandillas, paneles informativos y accesos. - Foto: Ingrid

A mediados del siglo pasado, las minas de plomo de Jubera atrajeron prosperidad y habitantes al valle, aunque aquel sueño de El Dorado duró poco y los últimos 'colonos' de la minería en la cuenca del Jubera emprendían en 1961 el mismo camino del éxodo que los demás.  

Hoy, de las galerías no sale mineral y los pueblos de la zona luchan por arraigar población y explotar al máximo todos sus recursos turísticos. Y en ese objetivo, las minas pueden recobrar una rentabilidad, no a golpe de vagonetas repletas de plomo como antaño, pero sí como reclamo de visitantes al valle.

Aunque las galerías, conocidas popularmente como 'los túneles de los moros', fueron acondicionadas hace años para el turismo, el deterioro por el paso del tiempo y los desprendimientos han hecho que el antiguo complejo minero no reúna actualmente las mejores condiciones para recibir visitantes.

A eso se ha propuesto ponerle remedio el Ayuntamiento de Santa Engracia del Jubera, del que forman parte la localidad de Jubera y las minas, que está a punto de adjudicar unas obras de rehabilitación de la antigua explotación plomífera, que incluyen desde trabajos de terraplenado a construcción de caminos e instalación de barandillas. El contrato salió a licitación por 71.764 euros, que el Consistorio financiará con fondos europeos a través de la Asociación para el Desarrollo Rural La Rioja Suroriental; y hay tres ofertas de empresas interesadas.

 «Creemos que pueden ser un reclamo importante para el valle y un elemento más de desarrollo», explica el alcalde, Óscar Fernández.

El proyecto prevé dotar de escaleras a la galería más atractiva, dado que tiene una pendiente pronunciada, así como garantizar la seguridad en los tres o cuatro túneles visitables, instalar nueva señalización y paneles informativos, recuperar el edificio donde se trataba el mineral y mejorar los accesos.

Riqueza y luz eléctrica. Fernández recuerda que aunque ya con anterioridad se hicieron trabajos en la mina, que no ofrecieron los resultados esperados, fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando una compañía vasca inició la explotación y trajo el tendido eléctrico, que también benefició a los pueblos del valle.

El periodo de apogeo de extracción de la galena plomífera, el mineral del que se obtenía el plomo, se desarrolló fundamentalmente desde 1945 a 1958, una década larga en la que llegaron a la zona muchas familias que aumentaron  la población. Luego vino el declive y la marcha hacia otros horizontes. Ahora, los 'túneles de los moros' no buscan mineros sino turistas.