La Sociedad Deportiva Logroñés y Juanma Barroso han separado sus caminos. Ayer, a última hora de la tarde, la disciplina blanquirroja emitió un escueto comunicado en el que informaban del cese de su ya exdirector deportivo, mensaje con el que el club también le deseaba la mejor de las suertes en lo profesional «y, especialmente, en lo personal».
El 13 de junio se hizo oficial la contratación de Juanma Barroso como hombre que cogía las riendas de una dirección deportiva que había abandonado Miguel Chocarro diez días antes. El reto era mayúsculo, debido a la más que notoria labor de Chocarro en el cargo y la dupla que formaron él y Raúl Llona, no solo consiguiendo las dos últimas temporadas la permanencia en Primera RFEF, sino realizando una de las mejores temporadas en la historia donde rozaron la clasificación a Copa del Rey.
Barroso aterrizó en la capital riojana y apenas seis después de su contratación, llegó como entrenador blanquirrojo Jordi Fabregat, una apuesta personal. El tándem director deportivo entrenador había quedado cubierto en apenas una semana. Y en su presentación oficial, Barroso explicó cómo era el equipo que iba a tratar de construir: «una plantilla de juego atrevido y valiente».
Barroso, que aseguró tener «tres o cuatro ofertas de Primera RFEF» decidió decantarse por la SD Logroñés porque «solo el nombre del club ya atrae a cualquier director deportivo». Además, destacó que notó como en la entidad blanquirroja le iban a dejar «tener plenos poderes».
La liga comenzó de manera inmejorable. Tres victorias en los cuatro primeros partidos firmaban el mejor arranque de la SDL en su tercer año consecutivo en la categoría de bronce del fútbol español. Sin embargo, pronto todo comenzó a torcerse. Después de tres derrotas consecutivas (ante Rayo Majadahonda, Cultural Leonesa y Unionistas), la apuesta de Barroso, Jordi Fabregat, era cesado como entrenador blanquirrojo tras solo siete jornadas al mando. Comenzó así, el 16 octubre, la era Andrés García.
Con otro técnico sin experiencia en las categorías superiores del fútbol español, llegó a verse otro juego dentro de la SD Logroñés. Un entrenador con una faceta muy analista y con una visión de juego que no consiguió transmitir con certeza a sus jugadores. Fue a principios de noviembre cuando saltó la polémica con Edu Martínez y el BuroSMS. No obstante, lo deportivo siempre prima por encima de lo extra deportivo, y la volver a la senda de la victoria (2-1) ante el Tarazona amainó el temporal.
Sin embargo, en diciembre, y pese a haber logrado dos victorias más frente a Real Unión y Teruel, la derrota contra el Nàstic en Las Gaunas fue el clavo definitivo para el ataúd de Andrés García, destituido el 20 de diciembre.
Una semana después llegaba el vasco Aitor Larrazabal tras no haber llegado la pasada campaña a un acuerdo de renovación con el Gernika. Por primera vez, la SDL tenía tres entrenadores en una misma temporada.
A la baja para toda la temporada de Rubio por su rotura de ligamento cruzado, se le unió la marcha de Toni García, Sergio Arratia y Pepe Carmona. Barroso, en el mercado invernal, lo suplió con las llegadas de Ferni, Michael Conejero, Salado, Miceli y Marc André Schmerbock.
Con la llegada de Larrazabal al banquillo, la SDL parecía recuperar su mejor versión y un juego mucho más compacto y 'en equipo' que lo visto previamente en la temporada, aunque esto no se viera refrendado pronlso resultados. Pero, tras once jornadas, los resultados no han llegado y la situación es límite para los blanquirrojos. El vizcaíno llegó a Logroño con el equipo un punto por encima del descenso y ahora es penúltimo, a cinco de la salvación, habiendo perdido los últimos dos choques frente a Teruel y Sestao River.
Por ello, de cara a la próxima temporada, Juanma Barroso ha sido destituido al frente de la dirección deportiva y en la que seguro ya ha comenzado la búsqueda de un sustituto en esta importante parcela deportiva.