Baco vuelve al trabajo

El Día
-

La bodega y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino en Briones reinician su actividad enoturística el 1 de julio, con medidas anti Covid-19, con reservas exclusivamente online y en horario de mañana

Viñedo de Vivanco con su conocido museo al fondo - Foto: El Día

El templo riojano de la cultura del vino por antonomasia, el Museo Vivanco, en Briones, retoma su actividad. Tanto la bodega como el Museo Vivanco de la Cultura del Vino reiniciarán su programa enoturístico el 1 de julio, con todas las medidas anti Covid-19, con reservas exclusivamente online y en horario de mañana.

Vivanco ha instaurado todas las medidas anti Covid-19 para garantizar que los trabajadores y turistas que acudan puedan disfrutar de su trabajo, y de las actividades vinculadas a la cultura del vino en sus 9.000 metros cuadrados, con todas las protecciones. 

Las normas de seguridad validadas por Sanidad, y necesarias para obtener (ya en trámite) el Sello de Calidad (Safe Tourism Certified) que otorga el organismo competente ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española), contemplan desde el momento en que el visitante cruza la verja de acceso, es recibido en la recepción y comienza a disfrutar de las diferentes alternativas en los espacios interiores y exteriores.

Se reinicia esta ansiada etapa en Vivanco con seguridad y con varios cambios importantes. Entre ellos, que, de momento, las reservas solo se podrán realizar online y que desparecen los materiales informativos físicos y táctiles, que se han sustituido por un código QR. Más información y reservas en www.vivancoculturadevino.es y 941 322 323, según han detallado fuentes del museo.

Durante este mes de julio, los horarios de apertura serán exclusivamente de mañana, de 11:00 a 15:00 horas, de miércoles a domingo, ambos inclusive. En esta primera fase de reapertura, se han limitado las actividades de experiencias enoturísticas para una mejor seguridad, así como los horarios. Se mantienen las visitas guiadas a la bodega y el museo en los horarios habituales, así como las visitas no guiadas al Museo Vivanco de la Cultura del Vino. Las degustaciones de los vinos de Bodegas Vivanco se disfrutarán en las visitas guiadas con todas las medidas de seguridad. Por su parte, el restaurante y el servicio de cafetería abrirán sus instalaciones en los mismos horarios, con menús adaptados y un servicio de terraza ampliado y adaptado a las nuevas circunstancias.

 

«Juntos hemos deseado salud para nuestras personas queridas. Juntos hemos crecido en estos meses tan inciertos y hemos aportado nuestro granito de arena. Juntos hemos confiado en el mantra Todo va a salir bien y hemos entrelazado nuestras copas y, a través del cristal, hemos acariciado la idea de que todo volvería a ser como antes», comentan desde Vivanco. Los responsables del museo agradecen el apoyo de los consumidores con este otro mensaje: «Nos dejaste entrar en tu hogar durante el confinamiento. #VivancoContigoEnCasa. Ahora, porque todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es compartir, te esperamos, con una sonrisa enmascarada, en tu casa entre viñedos. #Volvamosacompartir».

Considerado como uno de los mejores del mundo, el Museo Vivanco de la Cultura del Vino nació con el objetivo de educar, divulgar e interactuar con el vino como elemento civilizador. Y todo realizado desde la experiencia, sensibilidad, respeto e innovación.

El Museo ocupa una superficie de 4.000 metros cuadrados que incluyen cinco salas de exposición permanente, una sala de exposiciones temporales y, en el exterior, el Jardín de Baco, una colección de vides que cuenta con más de 220 variedades de todo el mundo.

En la sala 1, que lleva por título ‘Nacer, crecer, madurar’, el visitante descubre la trascendencia cultural del vino desde sus inicios, hace más de 8.000 años.

En esta amplia sala, dividida en pequeños módulos, el enoturista descubre el origen del vino, los tipos de tierra más característicos de cada zona del mundo para el cultivo de la vid, origen y desarrollo de Rioja, qué es la filoxera, cómo se trabaja en el campo, etc., con una amplia colección etnográfica y tecnológica de la vid y el vino.

En la segunda sala (‘Guardar las esencias’)se puede comprobar cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos la preocupación por conservar y transportar el vino en las mejores condiciones. Tras un largo proceso, la barrica de roble y la botella de vidrio con tapón de corcho se consolidaron como los recipientes más adecuados.

‘La bodega, el sueño’ es el título de la sala 3, donde se explican los distintos trabajos que se realizan dentro de la bodega, desde que se descuba el vino de los depósitos de fermentación y maceración, hasta su salida al mercado.

Bajo la denominación ‘Vino, arte y símbolo’, la sala 4 exhibe las colecciones que muestran la huella del vino en las creaciones del hombre.

En la sala 5 (‘Abrir, servir y beber’) se despliega la colección de sacacorchos, con casi 3.500 piezas expuestas que muestran la evolución y diversidad de este, aparentemente sencillo, instrumento. La colección está dividida en categorías. Hay sacacorchos de bolsillo, figurativos, de bar, diseños actuales, sacacorchos multifunción, religiosos, de palanca y hasta eróticos.