El déficit de personal de la Seguridad Social alcanza el 20%

Feli Agustín
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Cuenta con 189 trabajadores, unos 40 menos de los que debería, lo que provoca estrés en los trabajadores y descontento entre los usuarios

Oficina de la Seguridad Social en la plaza San Bartolomé de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

En una respuesta registrada en junio del año pasado en el Congreso acerca de la atención presencial y telemática de la Seguridad Social, el Ministerio reconocía que contaba con 157 centros de atención e información en riesgo de cierre por disponer de tres o menos efectivos en ellos.

El Gobierno confesaba que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), «y en general el conjunto de la Seguridad Social» se encuentra «sometido a unas tensiones estructurales más que considerables ante el déficit de personal que presenta», que atribuía a las numerosas bajas por jubilación de efectivos en una Administración con una media de edad muy elevada y un incremento «sustancial» de la carga de trabajo asignada. Estas circunstancias se replican en La Rioja donde, según fuentes de UGT, el déficit de personal se eleva a unos 40 efectivos, para alcanzar los 230 que llegó a sumar, un 20% menos. A día de hoy, tiene en nómina 189 trabajadores tras haberse incorporado 17 activos en los últimos meses, lo que ha  paliado el importante déficit de personal que sufría la institución, y que había provocado el malestar entre plantilla y usuarios. «Ha sido fruto de la lucha de todos y de la presión sindical», indican desde UGT, que relatan que se han «contratado más trabajadores en los últimos dos años [siete entraron para a la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV)], que en los diez anteriores».No obstante, insisten en la necesidad de estabilizar al personal mediante una oferta pública de empleo, «que lleva una década sin convocarse». Al respecto, el Ministerio que preside José Luis Escrivá ha convocado 1.985 plazas, con el fin de compensar, al menos mínimamente, los 13.000 empleos que ha perdido desde 2012.

 Mari Cruz Lázaro, responsable de Administración central de CSIF, señala que ya llevan tiempo avisando sobre la falta de personal «porque se han quedado muchas vacantes» y, además, la  media de edad es elevada, con el 80% de la plantilla mayor de 50 años. 

A este número más limitado de activos se ha sumado el aumento de gestiones, lo que ha desembocado en una situación cercana al caos. Explica que a raíz de la pandemia aumentó el trabajo en la área de  prestaciones, «con lo que no dan abasto;mal para los trabajadores, que están estresados y no tienen tiempo suficiente para concluir sus tareas,y mal para los usuarios porque no hay manera de conseguir cita y se enfadan y con razón», explica la representante sindical, que destaca que los empleados de la Seguridad Social «no tienen la culpa; no pueden hacer más».

Jubilaciones e IMV. Lázaro señala que la extensión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) después de la pandemia, ha aumentado la carga de trabajo, que se ha visto incrementada por la subida de las pensiones de jubilación de un 8,5%, que ha acelerado el número de jubilaciones. «Se está jubilando mucha gente, y mucha que no le correspondía, pero que la adelantó», asegura la responsable de CSIF, que relata que  ha sido «muy difícil» su tramitación. «Ya había colapso debido a a las prestaciones, a lo que se han sumado las jubilaciones», lamenta.

Señala que desde el Ministerio no se tomaron medidas y las que han adoptado «no son eficaces»; afirma que se ha intentado negociar y, ante el fracaso, se han convocado paros todos los viernes. Coincide con los representantes de UGTen que el Gobierno debe tomar las medidas oportunas para cubrir la ofertas de empleo público, «liberar el exceso de trabajo, poder sacar las citas adelante y poner todas las prestaciones al día».