Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


La anestesista insomne

21/11/2023

Una anestesista es una profesional imprescindible en un quirófano. Si se descuida, el paciente puede no llegar a despertarse, o despertarse con un alarido al sentir el dolor provocado por lo que le están haciendo.

Tengo un buen amigo, anestesista, que ha trabajado con los grandes cirujanos de este país, el doctor Isidro Hernández, y al que le he visto levantarse de una cena, por una llamada urgente, o regresar muy cansado, después de una larguísima operación de trasplante, a una comida, con un retraso de dos horas. Su labor es fundamental en los procesos quirúrgicos, y se les exige precisión y una alta, muy alta, profesionalidad. Eso sí, no tienen que ser simpáticos con el paciente, del que cuando llegan a ponerse en sus manos, pueden perfectamente ignorar incluso el nombre.

Tenemos una ministra que fue anestesióloga. Digo que fue, porque lleva años sin pisar un quirófano y dedicada a la política oficial y a la callejera de las manifestaciones, desde que su comunismo ideológico, continuación de su padre -miembro del Partido Comunista de España- le llevó a Podemos, y sus diferentes ramas, porque ya se sabe que dejas a un partido comunista reunido, te vas a tomar un café y, a la vuelta, ya hay un par de tendencias nuevas. Ella pertenece a la de Errejón, que se desligó de Pablo Iglesias, y de ella esperamos grandes hazañas, debido a sus antecedentes.

Una de sus acciones más asombrosas fue, en pleno apogeo de la pandemia, cuando, en los hospitales, la falta de prevención del Gobierno logró que los médicos tuvieran que protegerse con bolsas de basura y plásticos traídos de su casa, cuando los hospitales estaban abarrotados, y la presidenta de la Comunidad de Madrid impulsó la creación del hospital Zendal. Entonces, la nueva ministra de Sanidad provocó asambleas y protestas callejeras por la construcción del nuevo hospital. Algunos nos quedamos perplejos: ver a una profesional de la Medicina protestar por la construcción de un nuevo hospital, que era algo así como si los criadores de reses bravas protestaran contra las corridas de toros, o las asociaciones de alcohólicos anónimos se manifestaran por no vender licores a los menores de edad. Dijo entonces del hospital que salvó muchas vidas: "No es un hospital, ese el photocall más caro del mundo. Ustedes han inaugurado un hospital que tiene más hormigoneras que sanitarios...". Y tiene claras sus ideas: ha dicho que "el PP es una organización criminal". Los separatistas pueden estar tranquilos. Pero los que no sean comunistas o socialistas: por favor, no se pongan enfermos. Y permanezcan despiertos.