«Este trabajo consiste en darle vidilla a una pared»

Javier Alfaro
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El muralista y pintor urbano Chavolar confiesa que tuvo que «quitarse el miedo» para realizar su primer mural de gran altura y que tiene que «hacer muchas sentadillas» para las zonas más bajas

Chavolar con algunas de sus creaciones realizadas en las instalaciones de una multinacional con sede en Logroño. - Foto: Ingrid

Grafitero, muralista y en general, pintor urbano, Rubén Ruiz (Logroño, 1983), más conocido como 'Chavolar', lleva desde hace 17 años dedicándose profesionalmente a «darle visibilidad y vidilla a una pared».


Para convertir la pintura en su oficio tuvo que «pintar un montón, gastar muchas latas de pintura, ensayar, darle duro y tener constancia». Empezó compaginándolo con otros trabajos hasta que con 22 años decició dedicarse en exclusiva a pintar como modo de vida.


Destaca que con un mural se puede «simplemente decorar», pero también «hacer destacar y dar armonía a un espacio». Bien lo saben sus clientes. Se atreve con todo: furgonetas, vehículos, caravanas, habitaciones infantiles, interior y exterior de establecimientos y su mobiliario, persianas metálicas de comercios...

Decoración de una de las salas de la sede de Urban Roosters en Logroño.Decoración de una de las salas de la sede de Urban Roosters en Logroño. - Foto: Ingrid


Lo que más le hace disfrutar son «los murales» aunque para hacerlos son necesarios, además de los aerosoles de pintura y boquillas, elementos de apoyo como escaleras, andamios o un elevador... «y hacer muchas sentadillas para lo de abajo».


Tiene sus creaciones favoritas. Una de ellas es la decoración de la sede de la promotora musical internacional Urban Roosters, donde se cita con El Día. También le marcó su paso por Bañarte, festival de Baños de Río Tobía donde hizo «un martín pescador gigante» que le sirvió «para quitarle el miedo a las paredes grandes, y una vez sin miedo es una gozada». En concreto para esta necesitó un elevador porque la pared alzanzaba los 10 metros de altura.

Los aerosoles de pintura y el manejo de las manos, principales herramientas del artista urbano.
Los aerosoles de pintura y el manejo de las manos, principales herramientas del artista urbano. - Foto: Ingrid


«Estos días estoy pintando un parque, que me pidió el Ayuntamiento de Navarrete, he hecho un restaurante japonés en Portales y una castañera en la calle Bretón». También tiene pendiente «la decoración de una discoteca en Formigal», en el Pirineo oscense. No es su proyecto más lejano. Aunque habitualmente recibe encargos de La Rioja y provincias limítrofes, va allí donde le llaman «a veces aprovechando viajes como en Ibiza o en Tenerife, aunque hace poco en Noja (Cantabria) hice un Maradona».