La ocupación hotelera en La Rioja debería rondar el 80% en el mes de agosto y el 65% en julio y junio, pero «es difícil que se cumplan dichas previsiones».
Así lo dijo el presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, Demetrio Domínguez, quien explicó ayer que el motivo principal por el que esta situación puede que no suceda es el nivel adquisitivo que tienen las economías familiares porque «la cesta de la compra sigue estando alta, por lo tanto, el consumo se resiente».
La ciudadanía, apuntó, puede que tenga muchas ganas de viajar a diferentes lugares pero «si su economía está tocada, pasa de viajar diez días a siete o de siete a cinco días, por ejemplo».
A pesar de esto, Domínguez indicó que ahora es una época en la que las personas de otros países se están moviendo, lo que puede hacer que afecte al turismo de esta región de manera indirecta.
La Rioja se puede aprovechar de esta situación porque si los destinos situados en la costa española tienen una ocupación del 100%, puede que haya personas que busquen otras alternativas, y en ese ámbito se puede mover esta región, aún sabiendo que «no compite con esa zona de España», indicó.
Esperanza. En este aspecto, Domínguez señaló que esta situación con el turismo de costa puede hacer que se cumplan las cifras esperadas de ocupación hotelera para los meses de julio y agosto.
Según las datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de la ocupación hotelera en agosto del año 2022 fue del 60,49%; en julio fue del 45%; y en junio del 43,05%. Aunque el grado de ocupación durante los fines de semanas creció en cada una de estos meses, sobre todo en julio y junio.
La ocupación media en agosto durante los fines de semana fue del 68,93%, mientras que en julio fue del 56,03% y en junio del 60,06%.
Además, La Rioja registró la llegada de un total de 67.706 viajeros en agosto, de los que 54.521 vivían en España y 13.185 en el extranjero; unos 52.553 en julio, de los que 41.253 tenían su residencia en España y 11.300 fuera del país; y 48.193 en junio, de los que 34.602 vivían en el territorio nacional y 13.591 en el extranjero.
A su vez, estos cifras muestran que la capital riojana recibió unos 36.442 turistas en agosto del 2022, unos 26.833 en el mes de julio y otros 25.004 en junio.
Asimismo, Domínguez indicó que La Rioja recibe un tipo de turismo concreto que está compuesto por pequeños grupos de familiares y parejas.
Por otro lado, el turismo rural se ha convertido en una alternativa muy real ante el turismo de playa en España, y así lo demuestran los datos que barajan desde la Asociación de Casas Rurales de La Rioja (ASCARIOJA).
Su presidente, Joaquín Sanz, indicó que espera conseguir que haya un 100% de ocupación en La Rioja desde el próximo 15 de julio hasta el 31 de agosto.
El año pasado, recordó, se recuperó y casi se alcanzó el ritmo de reservas y casas ocupadas del 2019, ya que « hubo un 90% de ocupación en alojamientos rurales».
A su vez, reconoció que la pandemia de la Covid-19 les ha generado un «beneficio indirecto e inesperado», porque «el deseo de mucha gente es tener un sitio propio, amplio y cercano a la naturaleza».
Otro beneficio inesperado, añadió, han sido las olas de calor que hubo en abril y mayo, ya que «a los turistas les ha hecho pensar en lugares donde puedan disfrutar del verano de una forma más fresca, sobre todo por las noches».
También destacó el «atractivo» que tienen las casas rurales, como que son espacios propios para las personas que los han alquilado; están rodeados de pueblos accesibles; y se puede hacer turismo activo, como rafting o river tubing.