Urbanismo, una de las áreas clave en la gestión municipal, que protagonizó la pasada legislatura en Logroño y a la que el nuevo alcalde seguro que no hurtará importancia, quedará en manos de dos arquitectos y dos ingenieros. Así lo destacó Conrado Escobar que, con un equipo «profesional, diverso, con experiencia y juventud», con representantes de distintos sectores y profesiones, un grupo que supone un «reflejo» de la sociedad logroñesa, se dispone a dirigir la ciudad durante los próximos cuatro años.
«Desde babyboomers a la Generación Zeta», definió con humor a su equipo el primer edil, que acomete su responsabilidad con «humildad y eficacia» y, en particular, incidiendo en la participación, buscando puntos de encuentro, «como si no tuviéramos» mayoría absoluta. «Calle, calle, calle», reiteró el alcalde que, no obstante, eludió confrontar su actuación con la de su antecesor, Pablo Hermoso de Mendoza, quien recibió a lo largo de toda la legislatura críticas por su falta de diálogo.
«Tengo mi propia hoja de ruta», afirmó Escobar que recupera las concejalías de distrito y el 'sábado del vecino', el primero de mes, en el que los ciudadanos podrán exponer sus quejas, críticas o sugerencias al mismo alcalde, que ha repartido las responsabilidades municipales en seis áreas. «Somos del PP pero sobre todo somos logroñeses y vamos a gobernar para todos, con independencia de lo que hayan votado en las últimas elecciones», aseguró el primer edil, cuyo núcleo duro se conforma, principalmente, con personas que ya cuentan con experiencia política, que sitúa al frente de los grandes ámbitos de actuación.
Así, Miguel Sáinz será teniente de alcalde y ostentará responsabilidades de Comercio y Turismo, además de Cultura y Festejos, que ya ocupó durante su anterior etapa en el Gobierno municipal.
A lo que renuncia Sáinz es a la portavocía del Gobierno en favor de una mujer de «verbo fluido», Celia Sanz, que se hará también cargo de Gobernanza e Igualdad. Tampoco ha de enfrentarse a las negociaciones con la Policía Local, que ya le supusieron un importante quebradero de cabeza, contratiempo que también sufrió Hermoso de Mendoza. Esta responsabilidad recae en manos de Francisco Iglesias, que ya fue concejal hace dos legislatura;mientras que de la otra gran macroconcejalía, Urbanismo, se encargará Javier Martínez Mancho, que contará con el apoyo de otros tres concejales -el arquitecto Iñigo López-Araquistain; y los ingenieros, Ángel Andrés y Jesús López-. A otra nueva, Patricia Sáinz, la coloca al frente de la concejalía con competencias sociales.
Se crean además dos comisiones -de Coordinación y Proyectos Estratégico- entre el equipo de Gobierno local y los altos funcionarios del porque «hay que trabajar de forma colaborativa».