Vecinos y comerciantes de la céntrica calle San Antón de Logroño tienen claro que la reforma urbanística diseñada por el equipo de Gobierno de Hermoso de Mendoza no llegará a materializarse. O al menos, en ello confían tras los encuentros mantenidos con responsables de la administración local liderada por Conrado Escobar. Nadie, absolutamente nadie se opone a una reurbanización necesaria en  una de las principales vías comerciales de Logroño tras  décadas exenta de novedades urbanísticas.  Pero faltaría concretar el cómo.

A falta de un proyecto definitivo, toma fuerza un proyecto que respetaría los aparcamientos, principal demanda vecinal, comercial y hostelera. O al menos, gran parte de ellos, lo que a su vez, colmaría los anhelos de los diferentes colectivos. De la misma forma, se trazaría un único carril para el tráfico de vehículos y se ensancharían las aceras, evidentemente, no hasta los quince metros que preveía la anterior planificación en uno de los lados de la calle.

Es la idea que en campaña electoral se trasladó al entonces candidato popular, y es la idea que hace pocos días se comunicó a un equipo de Gobierno que ve con buenos ojos la propuesta siempre y cuando exista unanimidad entre los intereses de la vía.  

De llevarse a cabo (no existe fecha) quedaría por resolver la partida económica procedente de los fondos europeos NextGen. O dicho de otra forma, las ayudas exigen criterios de sostenibilidad, entre otros, y por tanto, la apuesta por minimizar el impacto del tráfico de vehículos lo que podría colisionar entre las pretensiones económicas y la apuesta vecinal.

San Antón ha recogido cerca de dos mil firmas posicionándose contra la reforma a la que aspiraba el equipo del anterior alcalde. Firmas que han sido trasladadas a su vez al Presupuesto Participativo y que podrían suponer la medida más votada de este 2023.