Las listas de Bildu acorralan a Sánchez

Agencias
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El presidente desoye las críticas sobre los candidatos 'abertzales' con delitos de sangre ante un PP que le acusa de concebir la democracia como un "zoco en el que todo se compra"

El socialista contraatacó desde la tribuna, afirmando que los populares quieren volver a 2013. - Foto: Javier Lizón (EFE)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo ayer oídos sordos a las críticas por sus acuerdos con uno de sus socios de legislatura, EH Bildu, tras saberse que la formación abertzale incluye en sus listas para el 28-M a 44 condenados por terrorismo, siete por asesinato. Así, en la sesión de control del Congreso, tanto el PP como Ciudadanos le echaron en cara su alianza con un partido que integra, le recordaron, «al antiguo brazo político» de la extinta ETA.

«Concibe la democracia como un zoco en el que compra a sus socios a cualquier precio. Paga incluso a Bildu, que se presenta a las próximas elecciones con terroristas. Estos son sus socios, el cartel con el que se dirigen al 28 de mayo», le espetó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al jefe del Ejecutivo, en su pregunta parlamentaria. «Usted en Juego de tronos iría con los caminantes blancos. Trata peor a un partido como el nuestro que a Bildu», le reprochó después la expresidenta de Cs, Inés Arrimadas.

Sánchez ignoró a ambas y en su respuesta a las dos diputadas de la oposición ni siquiera mencionó a los abertzales ni a la banda. Fue después, en una respuesta a Aitor Esteban (PNV) sobre el caso Zabalza, cuando pasó de puntillas sobre el tema. «No voy a utilizar el drama del terrorismo para intentar dividir a la sociedad; otros sí lo han hecho. Se han cumplido ya cinco años del fin de ETA. Todos deberíamos estar orgullosos», manifestó.

Lo único que contestó el inquilino de Moncloa a Gamarra fue que comprende la «frustración» del PP, pero no su estrategia de «descalificación e insultos», afeando la «amenaza de derogación» de los de Alberto Núñez Feijóo de las leyes que ha aprobado su Gabinete. En su opinión, esta hoja de ruta retrocede a España al año 2013, si los populares derogan la Ley de Vivienda, la de Ciencia, la Educativa y «ya veremos la de las pensiones», exclamó. «Solo proponen derogar y se equivocan porque los ciudadanos, cuando han tenido que elegir entre avanzar y retroceder, siempre han escogido avanzar», remachó.

Según el presidente, el PP viene anunciando un «apocalipsis que nunca llega» y recordó que dijeron que el SMI iba a destruir empleo y hoy la Seguridad Social tiene más afiliados que nunca; que revalorizar las pensiones iba a quebrar las cuentas están reduciendo el déficit o anunciaron un otoño caliente y «España es el país de Europa con más paz social». De hecho, achacó a méritos del Gobierno el acuerdo salarial firmado por los agentes sociales y que según el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, va a garantizar la paz social hasta 2025. Esta paz social, para Sánchez, se debe a que el Ejecutivo recuperó el diálogo que el PP «desmanteló».

Antes de su intervención, la portavoz popular le había reprochado que «desde el Falcon» los problemas de los españoles se ven lejos y pequeños, apuntando que si el presidente «pudiera pasear por la España real» vería que conseguir una cita en el Ministerio de Justicia supera los 67 días, en la Seguridad Social 55 o en Interior no baja de 42.

Y después de que el jefe del Ejecutivo presumiera de la paz social, le echó en cara que el acuerdo laboral no era suyo, sino de los agentes sociales, al tiempo que le reclamó que tomara ejemplo y deflactara el IRPF o bajara el IVA de la carne y el pescado.

Gamarra acusó a Sánchez de «mentir a diario», llegando a afirmar que la reforma del delito de malversación que plantea Bruselas le ha pillado con los deberes hechos. «De qué deberes se tratan, porque sus reformas han beneficiado a sus socios no a los españoles, a los corruptos, a los okupas, agresores sexuales a los golpistas indultados y a los fugados», afeó.

Promesas incumplidas. Su balance, argumentó la popular, es una «lista infinita de incumplimientos». «Ha convertido la política en una tómbola en la que todos los días hace anuncios y promesas que todos saben que va a incumplir», añadió. Y tirando de ironía, le espetó que cualquier día sorprende repartiendo las zapatillas Kelly finders que regaló la exministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, entre los jóvenes para buscar casa.

«Tiene tantas mentiras que a estas alturas nadie le toma en serio, su manual de resistencia se acabó», sentenció Gamarra.

Frente a los ataques de la oposición, la ministra de Igualdad y dirigente de Podemos, Irene Montero, que declinó comentar la presencia de etarras condenados en las listas de Bildu, se limitó a subrayar que la formación abertzale es «un partido democrático» que elige a los candidatos que considera «oportunos» para ello.

Tampoco quiso pronunciarse el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, aunque reconoció que «no me gusta nada esta situación». El exlendakari fue el único socialista que, sin entrar en detalles, dio su opinión sobre la cuestión a los periodistas congregados en los pasillos de la Cámara Baja durante la celebración del pleno. El resto de ministros de su partido esquivaron a la prensa.

Mientras, la candidata de EH Bildu a la Presidencia del Gobierno de Navarra, Laura Aznal, defendió que los integrantes de las listas de su formación «tienen intactos todos sus derechos» y puso sobre la mesa que las listas «han pasado por la Junta Electoral sin ningún problema para continuar».