"Faltan infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos"

Gustavo Basurto
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La patronal riojana del automóvil Ariauto agrupa a 150 empresas que generan unos 1.500 empleos directos. Su presidente, Eduardo de Luis Olloqui, repasa la situación del sector, la retos tecnológicos y medioambientales y la nueva movilidad en Logroño

Eduardo de Luis Olloqui, presidente de Ariauto. - Foto: Ingrid

La automoción está en plena efervescencia. Al bajón de ventas por la pandemia se le han sumado la crisis de los semiconductores, los problemas de logística y el encarecimiento del crédito. El reto tecnológico para cumplir el calendario hacia la descarbonización añade incertidumbre, pero es también una oportunidad para una potente industria en reconversión a marchas forzadas. Eduardo de Luis, presidente de la Asociación Riojana de Automoción (Ariauto), que agrupa a concesionarios y talleres de reparación, comenta la situación del sector.

El año no ha empezado mal, con un aumento de las matriculaciones del 38% en La Rioja con respecto al pasado año, que bien es cierto, fue malo. ¿Es una cifra esperanzadora o un mero repunte coyuntural?
Venimos de tres años malos, 2020, 2021 y 2022. Hay que esperar un poco para ver el movimiento del trimestre, porque dentro de la tormenta en el sector, la última contingencia fue la falta de camiones portavehículos. En diciembre hubo una cierta ralentización en la entrega de coches, lo que hizo que se matriculasen menos. Ese efecto se ha recogido en enero con un aumento que en La Rioja ha estado por debajo del 51% de media a nivel nacional. A eso se une que hay clientes que prefieren esperar a enero para matricular el coche y que sea del año nuevo. El dato de enero nunca es claro.

¿La matriculación está aún muy por debajo de niveles prepandemia?
Totalmente. No tiene sentido que en 2020 estuviéramos dos meses confinados y vendiéramos más coches que en 2021 y 2022. La realidad de 2022, que ha sido un año negativo, es que las ventas fueron un 39% menores que en 2019. Nuestra expectativa a medio plazo sería crecer un 50% sobre los datos de 2022. Lo que más nos preocupa es la cronificación del problema. Ha habido tres años muy malos y aunque ha habido una defensa empresarial con los ERTE y demás, el mercado riojano es tan pequeño y poco motivado que me preocupa que lleguen a producirse ERES, despidos o caída del empleo.

¿Sigue la carencia de microchips provocando atonía en el mercado?
Todavía sufrimos la crisis de los semiconductores, con demora en algún modelo concreto, aunque se está empezando a regularizar. Creo que a partir del segundo semestre habrá una tendencia natural en las entregas. Ahora hay modelos que están tardando hasta un año. 

¿Y hasta qué punto les perjudica la subida de tipos de interés?
El costo financiero ha dado un vuelco. En general, la renta per cápita de La Rioja es bastante buena, pero la gente es prudente. Además, estamos en una comunidad en la que, salvo para quien lo utiliza para trabajar, los kilometrajes no son muy elevados. La edad media de los coches en La Rioja supera los 14 años. Hay que conseguir que el mercado madure y entienda que, en general, no es necesario comprar un coche en propiedad.

¿Otros sistemas, como el renting, van ganando terreno?
El sistema de compra ha cambiado mucho y ahora con una entrada de 1.000 o 2.000 euros, o a veces sin entrada, tienes coches pagando una cuota mensual de 150 o 200 euros, lo que te soluciona el problema, porque tienes un automóvil con la última tecnología y vas seguro. Y a los cuatro o cinco años te lo puedes quedar, devolverlo o cambiarlo por otro más moderno.

¿Le preocupa el envejecimiento del parque automovilístico?
Que el parque móvil riojano tenga más de 14 años de media es una barbaridad. Ahora mismo, en La Rioja hay unos 54.000 coches que no tienen etiqueta medioambiental. Si el Ayuntamiento de Logroño, que es el único obligado a establecer zonas de bajas emisiones, empieza a recortar, será un problema, porque habrá 54.000 conductores que no podrán entrar a zonas del centro.

Pero, al menos por ahora, el Ayuntamiento no restringirá el acceso a coches sin etiqueta y opta por las áreas de tráfico pacificado.
Tiene un tiempo para adaptarse a la norma, que empezaba el 1 de enero, y delimitar las zonas. No sé si el Ayuntamiento de Logroño está pacificando el tráfico, pero sí está dificultando el acceso de los vehículos a la ciudad. Está claro que no quiere automóviles en la ciudad. Tampoco ha ofrecido una alternativa ni ha hablado con los sectores comerciales o a los que afecta. Creo que se puede llegar a una entente y no imponer una gestión muy personalista.

Por lo que comenta, no le convence el programa de 'Calles Abiertas'.
Creo que habría que evaluar si lo que se quiere es que los vehículos que entren a Logroño sean de cero emisiones o lo más próximo a cero posible o lo que se pretende es dificultar que entren los coches. O si que quiere potenciar el comercio o que la gente se vaya a las grandes superficies del exterior; se quitan zonas de aparcamiento y en una entrada a la ciudad como Avenida de Burgos hay dos carriles y de repente se pasa a un solo carril...No sé cuál es el objetivo. 

¿Y esas dificultades pueden desincentivar la venta de coches?
No sé. A nivel general, el Gobierno español quiere que en 2035 todos los coches que se matriculen no tengan emisiones contaminantes. Entonces, yo le preguntaría al Ayuntamiento de Logroño qué infraestructuras tiene previstas para coches eléctricos, dónde está la posibilidad de que alguien entre en Logroño con un vehículo de ese tipo y encuentre cargadores. En La Rioja el mercado de coches eléctricos enchufables es de un 9% de lo que se matricula y esa gente necesita puntos de recarga. Hay una carencia de ese plan de infraestructura o al menos yo no lo conozco. Lo normal sería premiar a quien tiene un coche que no contamina y que es más seguro, incluso ante atropellos. Está bien que haya bicicletas y patinetes, pero tiene que haber una adecuación para los automóviles, porque parece que hemos pasado a ser los malos de la película.

¿El diesel es ya historia, al menos en turismos particulares?
No, todavía se vende. Hubo una condena cuando la ministra dijo que se pondría un impuesto al diesel y no se dio cuenta de que España es el segundo fabricante de automóviles de Europa y que fundamentalmente fabricaba diesel. Ahora los hay que cumplen perfectamente las normas medioambientales. Su peso en las ventas ha pasado del 72% en el año 2000 a un 15%. Ahora se matriculan los mismos coches de gasolina que híbridos, que han pasado al 32%. Lo normal es que el diesel siga en su caída y que el 9% de eléctricos crezca. 

¿Los eléctricos puros son el futuro sin discusión?, porque últimamente se habla mucho de los motores de hidrógeno como alternativa.
Todos los grandes fabricantes invierten mucho en I+D para reducir tiempos de recarga y el tamaño de las baterías. Creo firmemente en el hidrógeno verde, porque el tiempo de repostaje es de cinco minutos,  mientras que en un eléctrico es bastante más. Es verdad que los fabricantes alemanes no están siendo muy proclives al hidrógeno, pero los orientales, tanto Toyota como Hyundai, ya comercializan vehículos con esa tecnología. Es algo que irá creciendo paulatinamente.

¿Cómo están las conversaciones que inició Ariauto con el Gobierno de La Rioja sobre posibles incentivos a la compra de vehículos?
Les hemos pedido algún tipo de ayuda compartida entre los concesionarios y el Gobierno riojano para motivar a la gente a la hora de adquirir coches. Lo hicieron con éxito Murcia y Galicia, y el País Vasco ha hecho ya tres planes; y a nosotros el País Vasco nos afecta mucho, porque está a cinco kilómetros. En la última conversación con el consejero José Ángel Lacalzada nos dijo que estaban estudiando la posibilidad de habilitar una partida, que sería algo muy bueno, porque hemos ido hacia abajo; el peso de La Rioja en las matriculaciones españolas era del 0,55% hace diez años y ahora es del 0,34%. Un ayuda del concesionario y del Gobierno de La Rioja, sumada a la del plan Moves III, puede animar a más gente a cambiar de coche.