El futuro mercado de Abastos, una vez reformado, despierta el interés del sector comercial de la ciudad. Los propietarios que se mantienen, a pesar de las obras, en los locales exteriores de la plaza miran con esperanza e ilusión al mes de marzo, cuando está previsto que concluya la reforma integral de este icono del comercio logroñés. Una reforma que permitirá modificar radicalmente la imagen de desolación del mercado en la calle Hermanos Moroy, donde permanecen cerrados ocho locales y tan solo cuatro abiertos. Ahora bien, el establecimiento donde antiguamente se ubicaba la cerrajería Mediavilla, ahora en avenida de Colón, cederá su espacio a un ascensor exterior incluido en la reforma del mercado. Lo mismo ocurrirá con el local de la calle El Peso donde se emplazó hace años una ciberteca y cuyo espacio se destinará al otro ascensor exterior previsto en el proyecto de reforma.
Alfredo Iturriaga, presidente de la asociación que reúne a los comercios del mercado de Abastos, asegura que «hay mucho interés por hacerse con uno de estos locales y habrá, en su momento, muchas peticiones». Todos confían en la regeneración de la zona y en que el tramo de Hermanos Moroy que alberga ahora ocho locales vacíos recobre su antigua actividad.
El interés mostrado, de momento de forma verbal hasta que el Consistorio apruebe su licitación, por empresarios del sector comercial alienta a los propietarios actuales en un contexto en el que el comercio no atraviesa sus mejores momentos. Están confiados, traslada Iturriaga, que los carteles de «cerrado» o «no fijar publicidad» que actualmente cuelgan de los escaparates comerciales de esta céntrica calle del Casco Antiguo logroñés cederán ante los letreros con los nombres de los nuevos establecimientos.
La mano impar de este tramo de Hermanos Moroy albergó en su última etapa, además de Mediavilla, establecimientos comerciales variados como La Molienda, dedicada a la venta de especias, Mercería MariCarmen, Delicias, Petit París o Pan Tudanca, entre otros. Entre los locales abiertos se encuentra un outlet de deportes, una carnicería y un establecimiento de moda de mujer. Una imagen que contrasta con el lado par de ese mismo tramo de Hermanos Moroy, donde la actividad no para de la mano, fundamentalmente, de bares y restaurantes.
Concesiones. Todos los locales que integran la plaza de Abastos, 56 según los datos facilitados por el propio Iturriaga, son de propiedad municipal. Tras caducar la licencia de algunos de ellos, ya en el mes de mayo de año pasado, el Ayuntamiento de la capital riojana sacó a licitación 45 locales, interiores y exteriores, del edificio protegido y construido por Fermín Álamo en 1931, con una concesión que se prolongará hasta 2036, es decir, por quince años. Dicho de otra forrma, hay 6 locales cerrados en Hermanos Moroy, 2 en la calle El Peso, otros 2 en Capitán Gallarza mientras que los que ocupan la fachada del mercado en la calle Sagasta permanecen todos con actividad.
Ahora bien, un lunes de San Mateo, a eso de las 12 horas es, sin duda, un día atípico. El interior de la plaza de Abastos, acostumbrado al bullicio y al colorido que genera la huerta riojana, permanecía ayer a medio gas. Las obras de reforma y los numerosos puestos «cerrados por San Mateo», o directamente «por vacaciones», desprendían una imagen desangelada.