El colegio La Salle de Palma de Mallorca abrirá un proceso de investigación interno con el objetivo de aclarar el enfrentamiento entre una clase de primero de Bachillerato y una docente por la presencia de una bandera de España en el aula, en apoyo a la selección española por el Mundial de Fútbol de Qatar.

Según informó la dirección del colegio en un comunicado remitido a las familias, con el objetivo de aclarar el «lamentable» acontecimiento ocurrido el pasado viernes en una clase, este centro está dando los pasos necesarios para retornar a «la normalidad habitual».

Según defendió la dirección del colegio balear, la profesora de catalán implicada «estaba cumpliendo con las normas de convivencia de la escuela y seguía las órdenes del equipo directivo» cuando solicitó a los estudiantes que retiraran la bandera de España, indicaciones que, añadió, fueron «desoídas» por los alumnos, considerándose esto «un acto de insubordinación deliberada», por lo que decidió expulsar a los 30 estudiantes. Además, la dirección canceló las dos sesiones lectivas que restaban.

Esta decisión del centro fue criticada por el progenitor de uno de los alumnos, quien censuró a través de redes sociales que su hijo -y su clase- había sido «expulsado» por poner la bandera nacional en el aula porque «disfruta del Mundial con alegría y pasión». El hombre afirmaba, además, que los estudiantes «antes de poner la enseña pidieron permiso a su tutor y éste se lo concedió».

Una vez conocidos los hechos, la Consejería de Educación y Formación Profesional balear aseguró que investigará las razones del enfrentamiento. En concreto, apuntó que encomendará a un inspector hablar con todas las partes implicadas para poder determinar si corresponde la apertura de expediente.

El incidente en el aula se trasladó al plano político. Así, el PP abogó por aclarar el incidente e instó a la Consejería a escuchar a todas las partes implicadas.

Por su parte, la presidenta del Govern, Francina Armengol, consideró «intolerable» las amenazas que ha recibido la profesora por parte de algunos sectores y añadió que «los centros son los que marcan las reglas de convivencia en las aulas».