Vuelven el robo de cobre días después de arrestar a 2 bandas

G. Basurto
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El Valle de Ocón ha sido de nuevo víctima de los saqueadores de cable de teléfono, con 1.050 metros robados. La Guardia Civil practicó recientemente 4 detenciones y 8 identificaciones

Imagen del cable telefónico cortado, junto a un poste del último tendido víctima de los saqueadores de cobre en el Valle de Ocón. - Foto: El Día

La reciente desarticulación de dos bandas de ladrones de cobre por parte de la Guardia Civil, con cuatro personas detenidas y ocho identificadas como presupuestos miembros de ambos grupos delictivos, no ha puesto fin a los robos del preciado metal, que han vuelto a cebarse con el Valle de Ocón.

Por extraño que parezca, la acción de las fuerzas de seguridad no ha amilanado a los saqueadores de cobre, que pese a la reiteración de robos en distintos puntos del Valle de Ocón volvían días atrás a este escenario. En esta ocasión, que se suma a otros dos asaltos a los tendidos de telefonía fija en La Villa de Ocón y otro intento no consumado en Santa Lucía, esta nueva 'banda del cobre' se ha hecho con 750 metros de cable en la línea que discurre desde Los Molinos de Ocón a La Villa y otros 300 metros del tendido que da servicio a El Redal, localidad próxima al munipio de Ocón, del que forma parte siete pueblos.

Este otro episodio delictivo ha   suscitado el estupor en Ocón, cuyos vecinos daban por solventado el problema con el anuncio del desmantelamiento de las dos bandas a cargo de la Guardia Civil. 

Y eso que casi un mes después del primer robo de cable, los abonados de telefonía fija de La Villa, salvo dos que sí tiene un rúter instalado por Telefónica, los de Las Ruedas y la mayoría de los de Los Molinos siguen sin servicio.

Denuncias presentadas. Tras conocerse esta nueva sustracción de cable de cobre, la alcaldesa de Ocón, Inmaculada Ortega, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil, algo que, al parecer también tenía previsto realizar la compañía Telefónica, como ya hizo en las ocasiones anteriores.

Según ha podido saber El Día de La Rioja, la idea de la compañía es reponer los tendidos dañados por los ladrones de cobre, y mientras tanto continuar con la instalación de rúteres con cartejas de tecnología AFR, para dar servicio de internet y teléfono fijo a los clientes afectados por los cortes.

En repetidas ocaciones, vecinos y representantes públicos del Valle de Ocón han reclamado mayor presencia de la Guardia Civil tanto ante esta oleada de robos de cable, como anteriormente con casos de desaparición de productos agrícolas. 

Empresarios del sector de la recuperación de metales explicaron recientemente a este periódico que este tipo de actos delictivos suelen cometerlos bandas que llegan de fuera de La Rioja y que comercializan también el cobre en el mercado negro en otras regiones.  

«Vestían de empresa; pensé que reponían cable, no que robasen»

No es la primera vez que ocurre, y hay quien, conocedor del modus operandi de los cacos del cobro, augura que no será la última. Los  grupos delictivos dedicados al pillaje de cable de cobre en los tendidos telefónicos del medio rural  actúan ataviados con ropa de trabajo, que simula a la de muchas empresas instaladoras, con el fin de que si son avistados, los vecinos piensen que son operarios de la contrata de Telefónica que están reparando la línea, en lugar de cortándola para llevársela. 

Es lo que ocurrió en el último de los robos sufridos en el Valle de Ocón, entre Los Molinos y La Villa, donde algunos vecinos reconocen haber visto a unos supuestos operarios manipulando el tendido telefónico. Dado que estaban recientes otros robos y la noticia de la desarticulación de dos bandas de ladrones de cobre que han estado operando en La Rioja, el pensamiento de estos habitantes del valle fue que se trataba de técnicos reparando uno de los cableados afectados por los robos de la primera oleada, cuando en realidad estaban sustrayendo más hilo de cobre. 

«Como iban vestidos de empresa, pensamos que estaban reponiendo el cable, no robándolo», explica un residente de uno de los pueblos afectados.

Entre quienes conocen la operativa de este tipo de bandas itinerantes que se desplazan a La Rioja desde otras regiones existe el convencimiento de que cuando descubren una zona propicia para su actividad delictiva, como puede ser el Valle de Ocón, con pueblos muy pequeños y escasa población, es difícil que abandonen su potencial botín.