Garnica plantea el despido del 40% de su plantilla de oficina

Feli Agustín
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El comité negocia limitar el número de salidas planeadas por la fabricante de contrachapado, 45, consecuencia de la caída de pedidos de una empresa que tiene tres fábricas en La Rioja

Oficinas centrales de Garnica Plywood en el parque San Miguel de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Las oscuras sombras que se ciernen desde hace meses sobre Garnica, una de las empresas de origen riojano de mayor trascendencia, se van a concretar en el despido de trabajadores de oficinas en un número que el comité de empresa confía en que sea limitado.

Para ello negocia con la dirección de la compañía, que el día 6 de septiembre presentó un ERE (Expediente de Regulación de Empleo)que plantea el despido de 45 de los 113 trabajadores, el 40%, de sus oficinas centrales de Logroño, que incluyen departamentos como compras, administración, I+D o finanzas.

«Es un ERE productivo, no económico», asegura Javier García,  secretario de organización de Comisiones Obreras del Hábitat, que señala que la caída de pedidos ha restringido el volumen  de producción, «que no levanta al ritmo que debería», lo que obliga a realizar un «ajuste» de la plantilla en una cifra que, en los términos previstos por la compañía, considera «excesiva». 

Inmersos en plenas negociaciones, García explica que se encuentran analizando la documentación para facilitar las mejores condiciones a los trabajadores que van a perder su empleo y adelanta que se ha abierto un periodo voluntario de salidas, que se prolonga hasta el día 22 de septiembre.

«Estamos estudiando todas las posibilidades para reducir al máximo posible el número de salidas», reitera el represente de CCOO, que avanza que la compañía se ha comprometido a mantener en Logroño las oficinas centrales de la firma líder mundial en la industria del contrachapado. «No va a haber deslocalización», cuenta García, que reconoce que la empresa sufre una caída de pedidos, de la que también son conscientes sus trabajadores y que les ha mantenido gran parte del último año en ERTE.

En concreto, el Expediente de Regulación Temporal de Empleo, consecuencia de los perjuicios provocados por la pandemia primero y la guerra de Ucrania después, se puso en marcha en noviembre pasado y se extendió hasta el 31 de julio con la intención de no  prologarlo a la vuelta de vacaciones, cuando se ha tornado en ERE.

Además, el pasado 21 de octubre, se hacía oficial la adquisición del grupo por parte del fondo de inversión Carlyle, exdueño de Palacios, que ha se ha hecho con un 70% del accionariado tras llegar a un acuerdo con el fundador de la empresa, Pedro Garnica, y el fondo de capital riesgo, ICG, en una operación que habría rondado los 500 millones de euros.

Sin fin de semana en producción. Aunque el expediente de regulación no afecta a los trabajadores de producción de las tres plantas de La Rioja, la intranquilidad se ha instalado entre sus empleados, que va a asistir a la reorganización de los turnos.

Así lo confirman desde UGT, que ostenta la mayoría del comité de empresa en el área de producción, y que informa de que se ha propuesto a las dos fábricas de Baños y parte de la de Fuenmayor eliminar los turnos de fin de semana debido a la bajada de producción.

Esta política es la que va a llevar a cabo Garnica en su factoría leonesa de Valencia de Don Juan, según informaba ayer leonoticias. com, que señala que se eliminarán también los turnos de fin de semana, tras estar, al igual que en La Rioja, sometida a un ERTE. 

El grupo maderero cuenta con ocho plantas de producción, cinco en España -La Rioja, León y Maderas de Llodio-, dos en Francia y la recién adquirida en la ciudad uruguaya de Treinta y Tres. Exporta el 90% de la producción.