Rufo aferra un salvavidas

M. A. G-S.
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Un cabezazo da una victoria agónica a la UDL que se acerca a siete puntos de la salvación

Clau Mendes, en una acción en la primera mitad. - Foto: Óscar Solorzano

Ficha técnica:

UDL: Gonzalo Crettaz; Sergi López, Arregi, David Fernández (Algarra, 81), Iñaki; Markel Lozano, Jaime Sierra, Menudo (Rufo, 60); Zourdine (Dani Pichín, 60), Clau Mendes (Vinicius Tanque, 85) y Doncel (Boniquet, 81).

Real Unión: Irazusta; Miguel Santos, Iván Pérez, Montoro (Marc Valés, 90),Víctor Parada; Nacho Sánchez (Aramburu, 90), Azkue (Gagua, 90), Luque, Quique Rivero (Julen Agirre, 73); Carlos Bravo y Andrada (Jon Ander Pérez, 62).

Árbitro: Ávalos Martos (colegio catalán). Amonestó a los locales Sergio López, Menudo, Arregi, Markel Lozano y Donce.En la primera mitad fueron amonestados los visitantes Azkue y Quique Rivero.

Gol: 1-0, M. 86: Rufo, de cabeza tras un saque de banda y en un balón peinado hacia atrás por Azkue.

Incidencias: encuentro disputado en Las Gaunas ante 2.632 espectadores según datos del club.

No sabemos si la Unión Deportiva Logroñés nada o solo flota pero Rufo, cuando la enésima travesía blanquirroja estaba condenada al empate, esta vez contra un Real Unión incapaz de virar su errático rumbo, encontró una fuga de agua para volver a respirar. 

En el duelo de náufragos, el conjunto riojano respira gracias a un cambio de viento inesperado. La suerte casi siempre esquiva, le hizo un guiño en el 86. En un encuentro presidido por el pánico, Rufo sacó la cabeza para asegurar la tercera victoria del curso de la temporada y mellar en dos puntos su desventaja con la permanencia, puerto de atraque que se atisba aún muy lejana.

El Real Unión se hundió en el desconcierto y dio vida al cuadro riojano que tomó muchos riesgos y que se sostuvo gracias a GonzaloCrettaz, coprotagonista junto al atacante catalán en la victoria agónica ante el cuadro fronterizo. Los riojanos se quedan con 31 puntos, a tres de los guipuzcoanos, que flotan de puro milagro, y a siete de la permanencia. Sin la victoria aferrado por Rufo, la salvación sería una mera cuestión de fe.

Antepenúltimo y decimoséptimo anhelaban un resultado favorable que evitara una zozobra que parece segura para ambos. El duelo de náufragos deparó una primera parte de muchos pulmones, brazos y piernas. Hubo brazadas de esfuerzo y pocas bocanadas de aire. 

La propuesta, o al menos la intención y la determinación, fue riojana pero sin concreción, sin llegadas claras ante un Real Unión que es un mar de dudas. Iñaki Goikoetxea no ha variado un rumbo trazado antes por Movilla y Zulaika. Su escora, como la riojana, parece incorregible. Su singladura sigue siendo harto incierta. Los iruneses, acuciados por la necesidad, apenas inquietaron a Gonzalo en un primer acto en el que la defensa blanquirroja no hizo aguas, solvente sin alharacas ante la nula predisposición ofensiva txuribeltz.

Los guipuzcoanos tampoco achicaron agua por mucho que lo intentase Zourdine, indetectable partiendo desde la derecha. El senegalés ofreció su perfil más voluntarioso. Solo eso aunque pareció mucho. Irazusta, más allá de un centro de Iñaki sibilino y un remate seco de Menudo, tuvo una primera mitad de travesía de lo más plácida. Clau Mendes, atacante boya, bregó pero no es su temporada.

Más allá de un conato de regate de Nacho Sánchez ante David Fernández, esencial al corte, y un balón bien dirigido por Luque que Carlos Bravo no supo interceptar, no hubo más ocasiones en una marejada txuribeltz de bajísima intensidad. La primera parte irunesa concluyó con un remate desviado de Nacho Sánchez, el que más lo intentó junto con Miguel Sánchez en un Real Unión atenazado por el miedo a perder. Los primeros 45 minutos, no muy vistosos, acabaron con una galerna de Sergio López, todo pundonor, de la que salió un córner que David Fernández, descolgado en el área, no supo interpretar. El madrileño remató con mansedumbre y el central Iván Pérez repelió con eficacia el atisbo de tormenta. La UDL merecía algo más en un choque en el que los dos equipos jugaban con el agua al cuello.

Tras la pausa, los temores se intensificaron y eso que Clau Mendes atrapó una asistencia de Iñaki. Se revolvió mas con el punto de mira desviado. La UDL empujaba pero dejaba mucha vías que el Real Unión pudo aprovechar. La más clara la tuvo Nacho Sánchez, el depredador irunés. David Fernández falló en el achique y el logroñés se plantó en el área. El estadio enmudeció en un mano a mano que Gonzalo Crettaz rechazó. Fue una bocanada de oxígeno que sus compañeros tardaron en aprovechar.

El encuentro languidecía en una rueda de cambios que en nada alteraba un choque desabrido. Los riojanos empujaban y el Real Unión se replegaba dispuesto a aprovechar los espacios con el recién entrado Jon Ander, ex de la SDL. En una salida de balón, la UDL a punto estuvo de escorar demasiado su rumbo. Doncel, último hombre, cometió falta que el colegiado castigó con amonestación para desesperación del cuadro irunés que intuyó una fuga enorme.

Como ante el Intercity o el Castellón, los riojanos jugaban al todo o nada en una recta final en la que los visitantes creían navegar con viento a favor hasta que en el 86, la defensa guipuzcoana se hundió. Un balón servido al corazón del área fue cabeceado por Azkue con tanta impericia que el globo llegó al área pequeña. Montoro y Víctor Parada se desentendieron de la acción, Irazusta se quedó clavado y Rufo, cual polizón, asestó un cabezazo en plena línea de flotación.

Era el 86 y la Unión Deportiva Logroñés evitaba el hundimiento. Desde hace jornadas, juega como un náufrago aunque el testarazo de Rufo puede ayudar a orzar una nave que más parece un pecio. La orilla para los blanquirrojos aún se intuye lejana, pero la UDL al menos se mantiene a flote.