El cohousing de mayores encalla por falta de apoyo

Ana Torrecillas
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La cooperativa Riojalar denuncia que el Ayuntamiento de Logroño imponga un canon de casi 24.000 euros anuales para optar a una parcela en la que construir las viviendas colaborativas

Cooperativistas posan junto a la parcela de El Campillo donde quieren construir sus viviendas. - Foto: Óscar Solorzano

La sociedad ha cambiado y la tercera edad también. Y ese cambio alcanza también a la vivienda de personas mayores. Cada vez son más los proyectos en los que personas de edad deciden vivir juntos, en pisos compartidos o bien, en construcciones de viviendas colaborativas, individuales y con zonas comunes. En La Rioja, un grupo de personas, cerca de 80 mujeres, conforman la cooperativa Riojalar desde 2018. Su objetivo es poner en marcha un proyecto de viviendas de 40 apartamentos. «Está pensado para personas de entre 50 y 75 años. Son viviendas de 50 metros  cuadrados con terraza, zonas comunes como comedor, biblioteca, lavandería, enfermería, sala multiusos y zonas verdes», señala Juana Clavero, presidenta la cooperativa, «todos los espacios estarán adaptados. Uno de los valores es la colaboración, la solidaridad y el cuidado compartido».

Como Clavero indica, se trata de un proyecto alternativo a las tradicionales residencias y «esta cooperativa da respuestas a cuestiones como la especulación de la vivienda que no solo afecta a los jóvenes y también a la carencia de plazas en las residencias públicas y a la que solo se puede acceder si se tiene un grado de dependencia. Por no hablar de los altos precios de las residencias privadas que no todo el mundo se puede permitir».
«Las personas mayores queremos una forma de vida independiente, en libertad y poder resolver problemas como la soledad. No nos olvidemos que en La Rioja hay más de 30.000 personas que viven solas», recuerda Clavero. La cooperativa surgió casi del boca a boca. Una amiga le dijo a otra amiga la existencia de una forma de vida alternativa a las residencias para personas mayores, más autónoma y adecuada gente de edad avanzada pero independiente. Y surgió la cooperativa. «Las mujeres siempre hemos sido cuidadoras.

Lo hemos hecho con nuestros padres, maridos, hijos e hijas. En Riojalar nos cuidaremos entre nosotras pudiendo incorporar servicios para atender a la dependencia cuando se vayan precisando». De hecho, Riojalar ha adoptado el modelo que ya existen en otras ciudades de España como la vecina Pamplona y en Guadalajara donde el centro social de convivencia Trabensol les ha servido de inspiración.
sin apoyo institucional. Pero para llevar a cabo este proyecto necesitan la implicación de las administraciones públicas. Y por ahora no lo están consiguiendo. Riojalar denuncia que el poco apoyo que ha encontrado en el consistorio logroñés después de que se aprobara una moción en pleno para instar la a junta local a sacar por concurso una parcela de unos 3.000 metros cuadrados en la zona de El Campillo  con fines sociales y sanitarios  en régimen de cooperativa social y sin ánimo de lucro.  «Se acordó que el concurso sería cerrado para entidades que llevaran a cabo proyectos sociales y con un canon simbólico», relata Clavero, «cual fue nuestra sorpresa cuando el 1 de marzo, la junta de gobierno local aprobó un expediente en el que la parcela  se sacaba a concurso público pero con un canon de 23.600 euros sin IVA». Un precio de salida que encarece el presupuesto final de las viviendas.

«Hemos tratado de que el ayuntamiento nos dé unas respuesta y nadie ha tenido la gentileza de explicarnos las razones», asegura Clavero.
Desde el ayuntamiento se asegura que la junta cumple con lo acordado en el pleno y que se ha seguido el procedimiento habitual técnico para licitar la parcela en cuestión. El concurso está 'cerrado' a una dotación de carácter social y sanitario, pero de canon simbólico, nada de nada. «Esto encarece y mucho el presupuesto final de nuestro proyecto. Más si cabo porque en la actualidad es todo mucho más caro, muchos de los materiales de construcción se han encarecido hasta un 70%», asegura Clavero.

«Necesitamos la implicación de las instituciones. El IRVI tiene una importancia fundamental en este tipo de proyectos y debe implicarse para que la vivienda pueda estar al alcance de quien lo necesite, tenga la edad que tenga», insiste la presidenta de Riojalar, «en otras comunidades se ha sacado a concurso parcelas sin canon o con uno simbólico de 100 euro al año». De hecho, el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025  incluye un  programa de medidas para apoyar el cohousing y establece ayudas públicas e insta a las comunidades autónomas a estudiarlas para que los 'cohousing' pueden presentarse.