Raúl Sáenz del Rincón (Logroño, 1976) no da pistas sobre su futuro. A partir del domingo tocará despejar la incógnita de si sigue en la Sociedad Deportiva Logroñés o si por el contrario vuela lejos. El riojano ha sido uno de los muchos nombres propios del equipo blanquirrojo que este sábado despide (Las Gaunas, 19.30 horas) la temporada. En juego está alcanzar la Copa del Rey. Ganar implica concluir en la séptima plaza o la octava. Empatar o perder hace que los logroñeses liguen su destino a lo que suceda en Calahorra, Sabadell o Tarragona.
Para Llona, acabar el año en Copa significaría "la guinda" a una campaña en la que el objetivo del más modesto de toda la Primera RFEF era la permanencia. Si este premio se escapa, en opinión del técnico logroñés no pasaría "nada". "El principal objetivo se consiguió con antelación. No se le puede exigir nada a este equipo. Vamos a ir a por todos y sería injusto si no se consigue que alguien ponga un borrón o un tachón a la temporada", analiza.
En el último partido del curso, y sin querer despejar las incógnitas sobre su futuro, Llona sí que reconoce que la cita con el Atlético Baleares es 'especial'. Pero "porque no voy a poder estar sobre el césped y eso es un hándicap aunque está Odei (su segundo)", explica.
Más allá de lo que pase con su destino, el de mañana será el último partido para muchos blanquirrojos. El primero de ellos, César Caneda que se despide tras casi tres décadas en activo. "Mañana hablaremos con él para ver cómo está", principia. "Mañana resolveremos si juega de inicio. Anteponer una situación personal a lo colectivo no sería lo ideal. No va a ser una exigencia", advierte.
Para la cita con el conjunto balearico, que solo se salva si gana en Las Gaunas, Raúl Llona tiene las bajas de Jon Madrazo, expulsado en el Estadi Balear, y de Gexan Elosegi, lesionado en Palma.
El presente acaba este sábado con el Atlético Baleares. El futuro comienza el domingo pero pase lo que pase con el inquilino del banquillo logroñés, Raúl Llona está muy orgulloso de esta segunda etapa al frente de la SDL. "Estoy orgulloso de formar parte de la Sociedad. Sin ninguna duda. Me siento partícipe del crecimiento del club. Hay que subrayar lo conseguido porque todos sabemos de las dificultades del día a día. Estoy muy orgullo de todo lo que hemos hecho y muy agradecido a todos", se despidió al tiempo que no quiso vincular su continuidad al crecimiento de la entidad. A los aficionados que corearon su nombre a la conclusión del partido del Amorebieta les traslada su reconocimiento.