La escritora gallega María Oruña (25/11/1976), estrena su nuevo libro 'Los Inocentes' este martes a las 19:30 horas en la librería Santos Ochoa de Logroño. Esta mujer empezó esta aventura literaria en el año 2011, a la vez que compaginaba su labor como abogada laboralista, hasta que finalmente decidió dedicarse plenamente a escribir.

Oruña ha dado la impresión de ser una persona abierta y extrovertida. Con motivo de su gira de promoción, la entrevista ha sido telefónica, y pese a tener prácticamente la maleta hecha y tener que viajar esa misma mañana a Madrid para luego llegar a Logroño, se ha mostrado paciente y ha respondido a todas las preguntas con soltura y explayándose en las respuestas.  

¿Cómo nació esta novela?

Todas las novelas de la serie son independientes porque todas tienen misterios diferentes y están escritas con un estilo narrativo distinto, según el genero detectivesco al que se quiera hacer un guiño o un homenaje. En este libro, yo quería un thriller de acción. Hace tres años descubrí  un crimen masivo real que sucedió en Europa hace más de un siglo, una historia retorcida pero muy humana. Pensé si yo sería capaz de traer al siglo XXI algo similar, y se me ocurrió un crimen masivo con un gas tóxico en el que quise hacer el contraste entre el bien y el mal, llevándolo a un lugar tranquilo e idílico. Y en uno de mis viajes cuando estaba documentando otra novela, conocí el pueblo Puente Viesgo, donde se encuentra el Gran Hotel Balneario, que es un lugar tranquilo. 

¿Cómo fue la elaboración del libro?

Ningún libro es fácil de escribir, y quien diga lo contrario miente. La parte más complicada a la hora de escribirlo es que no había ningún precedente de un crimen masivo de esta índole en España, en el que nadie reclama la autoría y se usa un gas tóxico. En consecuencia, todos los protocolos que deberían seguirse en caso de suceder algo así, están en la novela, peor no se sabe como seria en la realidad. Yo lo he hecho lo más fidedigno posible, hablando con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), forenses, entre otros. Mis libros son ficción pero la gracia del asunto es que si sucedieran en la vida diaria, pudiera pasar de esa manera porque todos los datos científicos, históricos y forenses son reales. 

¿Le han puesto facilidades a la hora de hablar con los diferentes cuerpos o delegaciones de la Guardia Civil?

Tengo una suerte increíble porque los contactos los tenía hechos desde la primera novela, que fue cuando fue más complicado que me dieran acceso. Tienes que identificarte, explicar que es lo que quieres, por que estas ahí, la finalidad de tus preguntas, ya que estas suelen ser extrañas. Pero como ya me conocen, esa red de contactos se va ampliando y saben que solo es para un juego literario y que no soy una asesina ni nada por el estilo.

La teniente Valentina Redondo es la protagonista de los últimos libros que ha escrito. ¿Está inspirada en alguna persona en concreto?

Todos mis personajes en las novelas son inventados y tienen un patrón basado en varias vivencias y varias personas que conozco aunque ninguno está inspirado en alguien en concreto. A la teniente Valentina Redondo la definiría como una persona coherente. No es una investigadora inteligentísima como Sherlock Holmes, sino que trabaja en equipo. 

Usted es de Vigo pero las novelas de esta serie están ambientadas en Cantabria.  ¿A qué se debe?

Mi padre es de Cantabria, al igual que toda mi familia paterna. La primera novela estaba inspirada en un caso real de costumbrismo muy local de esa zona y todo pedía que fuera ahí. Luego quise escribir una historia de cuevas porque Cantabria es el lugar con  mayores cavidades kársticas de toda España y si me apuras de Europa. Después ya no podía cambiar la localización porque a Valentina si la podía mover pero a su sección de investigación no, que la forman varios miembros.

Aún así, escribí otra novela, 'El golpe de los cuatro vientos', que está ambientada en Galicia.

Por otro lado, hace años usted  ejercía como abogada laboralista, pero decidió cambiar y dedicarse al mundo de la escritura, ¿cómo fue este proceso?

El cambio no fue de golpe. Cuando fui  madre dejé el bufete internacional en el que estaba trabajando para ponerme a trabajar por mi cuenta porque era imposible conciliar los horarios. Durante los meses de baja por maternidad y mientras montaba mi despacho en casa, escribí un pequeño manual novelado sobre acoso laboral de unas 200 páginas que lo autopubliqué.  Me pareció que no fue muy difícil y me puse a escribir 'Puerto Escondido'. Compraron los derechos del libro y compaginaba mi trabajo con escribir, pero con el tiempo, tuve que escoger con que me quedaba.

Finalmente escogió escribir, ¿por qué?

El mundo literario me requería de una manera que yo no imaginaba, con viajes, entrevistas o conferencias. Yo pensaba que los escritores mandaban un libro a la agencia, se quedaban en su casa y seguían escribiendo hasta el siguiente, y como mucho lo presentaban. No era consciente de la vida errante que conlleva ser escritora.

Este martes tienes la presentación de tu libro en Logroño. ¿Cómo esperas el recibimiento?

Siempre espero que nunca vaya nadie, ya que tengo esa expectativa para no llevarme sustos y tomarlo todo con humor, pero por fortuna, las personas responden bien, tienen ganas y curiosidad. No soy tímida y hablo con los lectores. Me encantan estas charlas porque compartes es rato con ellos, además de que es bonito que vengan solo a cruzar la mirada contigo y a hablar un momento.

Quieren saber, tienen curiosidad o simplemente quiere trasladar que significó la historia que tu escribiste en soledad para ellos. Te cuentan unas historia están increíbles y nunca he dado más las gracias en mi vida que desde soy escritora.

Se ha vuelto una persona con fama, ¿cómo lleva esta nueva faceta?

Yo solo escribo historias. Mis libros plantean preguntas y promueven el pensamiento critico, el debate, el argumento y el contraargumento. Pero no soy un modelo o un referente de nada.

¿Qué proyectos futuros tiene en el horizonte? ¿Puede dar algún avance?

Tengo algo pensado en lo que estoy trabajando pero todavía no puedo contar nada.