La mujer asesinada este sábado en Logroño, psicóloga de formación, y su marido, quien ha sido detenido como presunto autor del crimen, eran refugiados sirios y llegaron a la capital riojana en 2016.

Tras salir de su país por la guerra, estuvieron en los campos de refugiados de El Líbano y, con posterioridad, llegaron a La Rioja, donde fueron acogidos, durante unos seis meses, a través del programa de refugiados de Cruz Roja en esta comunidad, informa Efe.

La pareja, con tres hijos en común, se asentó en Logroño y él, ingeniero industrial de formación, encontró trabajo, han explicado este domingo personas cercanas a esta familia, que la consideraban "normal" y sin que existieran denuncias previas por violencia de género.

Ambos, al principio, reconocieron que la llegada a Logroño había sido difícil, aprendieron con rapidez el español y ella, en esas fechas, expresó su deseo de aprovechar sus estudios de psicología a través de algún curso en la Universidad de La Rioja.

Los tres menores acudían al colegio Madre de Dios de Logroño, cercano a su domicilio, y la comunidad educativa del centro, en una nota de este sábado, lamentó "profundamente este terrible suceso entre una de las familias queridas del centro".

Los tres menores, tras el asesinato de su madre, de 34 años, y la detención de su padre, de 44, se encuentran bajo la tutela de los servicios sociales de la Comunidad Autónoma de La Rioja, dado que no tienen más familia en La Rioja; y ya se ha contactado con alguno de sus familiares que reside en otro país europeo.

Amigos y conocidos de esta familia han participado este domingo en los dos actos convocados por el Ayuntamiento de Logroño y la Delegación del Gobierno en La Rioja para expresar el respeto a la víctima y condenar este crimen, ocurrido en la tarde de este sábado en el número 1 de la Plaza Martínez Flamarique.

Los primeros datos de la investigación indican que, al parecer, tras el asesinato, el detenido fue a buscar a sus tres hijos, que estaban en una biblioteca cercana, y se los llevó a la zona del cuarto puente sobre el Ebro y él, que no sabe nadar, se arrojó al río.

El detenido se encuentra en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, sin que aún haya pasado a disposición judicial; y se ha decretado el secreto del sumario.