Una década lleva ya Berni Martín al frente de Frikómics, un comercio de Calvo Sotelo especializado en cómics y en cultura friki en general.

Tras quedarse sin trabajo por la absorción de la empresa en la que estaba, se planteó dedicarse a algo que entonces no era muy común: un establecimiento ultraespecializado en cómic de todo tipo, pero en el que también se pueden encontrar artículos de coleccionismo, regalos, muñecos e, incluso, comida asiática, toda una delicia para los más frikis. Y acertó, «porque ahora ser friki está de moda».

Ahora, lo más demandado «es el manga porque el mundo asiático es un fenómeno mundial con lo relativo al K-pop coreano, la comida japonesa... es lo que más se está vendiendo». Por contra, «parece que los súper héroes están de capa caída». 

En Frikómics también hay otros objetos de coleccionismo relacionados. - Foto: Óscar Solorzano

No puede «con las modas, ni con los yotubers, ni con los influencers, ni muchísimo menos con los maquillajes de las grandes editoriales que sacan muchos títulos con mujeres empoderadas, pero solo por el día de la mujer, o con personajes LGTBI+ cuando llega el Orgullo, pero que se olvidan de ellos el resto del año. El oportunismo me da asco. En cambio me decanto más por la especialización y así ofrezco títulos de gran calidad todo el año, con títulos de culto, con autores españoles y europeos, que son muy demandados por un público con más conocimiento sobre cómics y con mucha cultura».

Defiende con orgullo ser «la única librería de Logroño en trabajar con ciertas editoriales de cómics muy alternativas que las grandes cadenas no traen. Aunque soy una de las pocas librerías ultraespecializadas del norte de España, hoy en día no se puede tener todo porque salen más de mil títulos nuevos cada mes, así que si me piden algo concreto lo encargo y en 24 horas lo tengo».

Su público es más bien adulto, «con muchísima clientela local fija y también gente de fuera que viene aquí específicamente». Lamenta que «las nuevas generaciones se entretienen con pantallas sin apreciar el placer de las páginas impresas».