Defender sin defensas

Diego Izco (SPC)
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El Real Madrid logra sus mejores números atrás en la campaña de las lesiones más graves en la zaga

Antonio Rüdiger es el líder de la defensa tras las ausencias de Alaba y Militao - Foto: EFE/Kiko Huesca

En verano de 2018, Cristiano Ronaldo sale del Real Madrid. O, lo que es lo mismo, salen del Real Madrid 50 goles por temporada (marcó 450 en 438 partidos a lo largo de nueve campañas, dejando una estadística inalcanzable y guarismos redondos). Primero Zidane y después Ancelotti son conscientes de lo que deben hacer: compensar semejante baja en la otra portería. Nada de lo que les fichen en la delantera va a igualar las cifras ofensivas del mayor depredador de la historia blanca, el que inclinaba el campo a su favor jornada tras jornada. Sin esos tantos, los técnicos interpretan que el período de ataques a tumba abierta y partidos de ida y vuelta se ha terminado. La 'bendita locura' de los tiempos en los que Cristiano te permitía jugar sin red de seguridad pertenecía al pasado. 

El club dejó de marcar tanto e intentó encajar menos. Salieron Varane y Ramos, y después incluso Casemiro, el tipo que detenía los ataques antes incluso de que se produjesen… pero el italiano fue perfeccionando el sistema sobre tres puntales que en 2022 le dieron a la entidad la Copa de Europa más emocionante y surrealista de las 14 logradas por el club: Courtois en la portería, Militao y Alaba como guardianes de la última línea. Los tres están ahora lesionados de gravedad. El belga y el brasileño se rompieron los ligamentos en pretemporada, el austríaco lo hizo el pasado 18 de diciembre. 

Tres factores

¿Cómo explicar, entonces, que sin ellos tres el actual Real Madrid ha firmado la mejor primera vuelta defensiva de su historia? Tres factores explican esta extraordinaria forma de resguardarse: el liderazgo de Rüdiger, la exuberancia física del 'nuevo mediocampo' y la resiliencia. Y comenzando por el final, pocos equipos en la historia han definido mejor esa «capacidad para adaptarse a la adversidad, a una tragedia o a amenazas» (resiliencia) que el plantel merengue. Pero hay un factor psicológico que, en cualquier deporte, es fundamental: ¿por qué a veces parece (incluso lo es) más sencillo marcarle un gol a un equipo al completo que a uno en inferioridad numérica? Ante las ausencias, ya sean por expulsión o sanción, los deportistas de élite multiplican su concentración y sus esfuerzos. 

En esta tesitura ha irrumpido la figura de Antonio Rüdiger (Berlín, 3 de marzo de 1993), que en verano de 2022 llegó libre y que se ha metido a compañeros y afición (y entrenador) en el bolsillo a base de buenas actuaciones. Su estatus era de suplente, dicho por el propio Ancelotti. Hoy es el líder de una zaga que comparte con Nacho… o con Tchouaméni, improvisado central. Y es que con este nombre se enlaza con el tercer factor, esa exuberancia física del centro del campo blanco, en el que los papeles del francés, de su compatriota Camavinga y de Jude Bellingham han permitido al Real Madrid abarcar y dominar muchos más metros cuadrados de campo. Los 'nuevos' llegan antes y más rápido a más sitios, y eso permite recuperar balones antes de que se acerquen a zonas de peligro. 

Sea como sea, el Real Madrid se ha proclamado 'campeón de Invierno' con solo 11 dianas concedidas en 19 partidos. Y ese es precisamente el dato que le permite obtener el 'título', ya que posee los mismos puntos que el Girona… que ha marcado 46 goles frente a los 40 blancos, pero que ha encajado 24. Esos 11 tantos suponen la mejor marca del equipo en lo que va de siglo, pero 'solo' es la novena mejor cifra del mismo: Barça (en cinco ocasiones) y Atlético (en tres) ya habían cerrado sus primeras vueltas con menos de 11 dianas en los últimos 25 años. De hecho, fue el Barça de la pasada 22/23, con solo siete tantos encajados en 19 jornadas, el mejor defensor de la historia de la competición.