Golpe de realidad del Ciudad de Logroño en su debut en EHF

Gonzalo Ortega
-

El Bjerringbro/Silkeborg danés derrotó con autoridad e intensidad a un irregular BMCiudad de Logroño (34-25) en su regreso a la EHF European League

Rolando Uríos pugna un balón ante la mirada de Toft Hansen. - Foto: X (@ciudadlogronobm)

No fue, ni mucho menos, el inicio soñado por el BMCiudad de Logroño en la fase de grupos de la EHFEuropean League. Fue superado con rotundidad por el Bjerringbro/Silkeborg en un partido donde los jugadores franjivinos pecaron su falta de experiencia europea y su irregularidad para terminar con un resultado adverso de 34-25.

Con casi 2000 espectadores en el pabellón danes de la localidad de Silkeborg, el conjunto de Patrick Westerholm salió al 40x20 con las ideas mucho más claras que su rival y con la intención de imponer desde un inicio un frenético ritmo para dejar atrás desde los primeros compases al conjunto logroñés. Tal era la actividad, que en los diez primeros minutos, solo Eugin Zaja y Thiago Ponciano fueron capaces de anotar gol (6-2) ante la rocosa defensa danesa, plantada con un sistema de 6-0 en el que no dejaban participar a los extremos y los franjivinos se obcecaron con ataques planos, sin ritmo y buscando la finalización con disparos por el centro de la zaga.

A la asfixiante cadencia local se sumó la eficacia de su arquero. Mikkel Lovkvist arrancó el encuentro con un porcentaje de paradas de más de un 50%, que permitía a los suyos distanciarse en el luminoso con el paso de los minutos. Pidió tiempo muerto Miguel Ángel Velasco cuando el Silkeborg gozó de seis goles (12-6) de ventaja para cambiar una serie de aspectos en la búsqueda de regresar de Dinamarca con un resultado favorable. Hizo efecto. Los franjivinos comenzaron a interpretar mejor el partido y acertar a la hora de decidir cuándo tocaba correr y cuándo tocaba pausar. La reacción visitante había llegado y las esperanzas de la remontada eran palpables (13-11).

Los de Miguel Ángel Velasco supieron frenar los constantes envites del equipo danés, liderados por Bogojevic y por Balling Christensen, que si antes encontraban el gol con facilidad merced a las pérdidas en ataque y los rápidos contragolpes, ahora cocinaban sus jugadas ofensivas a fuego lento. La clave estaba en los extremos. Lejos de esos ataques sin velocidad y por el carril central, la entrada de Edu Cadarso dio clarividencia a que los goles tenían que llegar por ambas bandas.Y Xavi Tua, con tres goles, comenezó a sembrar la duda en el Silkeborg, con indecisión en ese movimiento final entre optar por cubrir al hombre o ese pase exterior. Se llegó al descanso con 16-13, pero con un Ciudad de Logroño que había dejado atrás esos nervios del debut y ya parecía haberse asentado en la intensidad de la competición.

PUNTO DE INFLEXIÓN. El inicio de la segunda parte fue inmejorable para los hombres de Velasco. En apenas dos minutos, Palasics mantuvo vivo al equipo con tres soberbias atajadas y tanto Tua como Palomino recortaron distancias hasta ponerse sólo a un gol de diferencia. La solidez defensiva continuó en el equipo visitante, que, aunque tuvo dos ocasiones para empatar el partido y luchar por los dos puntos, le faltó creer en sí mismo y sus posibilidades de derrotar al conjunto danés a domicilio.

Esa doble oportunidad de empatar a 16 supuso un punto de inflexión en el partido, que, a partir de ese momento, tuvo color azul marino. Nada ni nadie fue capaz de detener la hemorragia que el Silkeborg provocó al Ciudad de Logroño, pasivo e indolente ante las constantes acometidas locales. Estancados en la cifra 17, los contraataques  de Christensen y la estelar actuación bajo palos de Mikkel Lovkvist desesperaron por completo a los visitantes, que asistieron en primera fila a una racha de ocho goles consecutivos locales que finiquitaron por completo (25-17) el primer partido del Ciudad de Logroño en Europa. Quince minutos restaron de un partido cuyo final ya estaba escrito, y en el que se sucedieron los goles entre ambos conjuntos con una fiesta en las gradas del JYSK Arena.

Con Lovkvist ovacionado en el banquillo, Westerholm dio entrada al joven Mathias Christensen, que debutó en EHF y cuajó, para colmo de la expedición logroñesa, tres espléndidas paradas que impidieron maquillar el goal average visitante. Finalmente, 34-25 y nueve goles de diferencia para un Ciudad de Logroño que acusó las constantes concesiones al conjunto danés y su falta de experiencia en este tipo de partidos. Borrón y cuenta nueva, el martes que viene la European League regresará al Palacio de los Deportes, en el choque que  encararán los franjivinos contra el Alkaloid de Macedonia del Norte, a las 20.45h, en la segunda jornada del Grupo F de EHF.