Tras más de 25 años en La Rioja, el maestro y escritor Antonio de Benito (Arcos de Jalón, Soria, 1963) es riojano, no solo de adopción, sino de pleno derecho, como pueden atestiguar su hija, nacida aquí, y las distintas generaciones de alumnos a los que ha enseñado en las aulas de los Jesuitas de Logroño.
Profesor de Infantil y Primaria hasta hace unos meses, ha pasado página como maestro y encamina su segundo curso siendo escritor a tiempo completo.
Le gustaría que este nuevo capítulo sea el que cierre su historia y poder jubilarse escribiendo, mientras pueda. Aunque realmente duda que eso vaya a pasar. «Me puedo retirar como maestro pero nunca dejaré de escribir», asegura.
Mientras compaginaba ambas facetas el volumen de libros infantiles ya ha superado los 300 títulos. También escribe poesía y narrativa adulta y juvenil.
Las temáticas son muy diversas, aunque fundamentalmente apuesta por los contenidos divulgativos y, también, «escribo por encargo», recientemente para la Federación de Baloncesto y sobre Servicios Sociales y cuidados, para instituciones.
«Soy de los que llamo a muchas puertas para ofrecer ideas y colaborar en proyectos, que a veces salen y otras no, pero es cierto que ahora me puedo dedicar únicamente a escribir», reconoce.
Muchos de sus cuentos tienen protagonistas riojanos, pero también productos agroalimentarios como el champiñón o los valles de la región. Sin dejar de lado el contenido social, desde la igualdad hasta la diversidad funcional, con obras con los cuidados entre personas como protagonistas o con personajes con trastornos del espectro autista. Tantas son las temáticas que abarca que, desde la ONCE transcriben sus títulos al braille «a veces para uno o dos niños, pero así pueden leer».
Subraya que, «no es lo mismo escribir para chavales de 8 años, con la fantasía y moralejas propias, que para adolescentes de 14, que ya tienen su propia personalidad».
Sin embargo, en su última obra 'El misterioso balón', a punto de salir al mercado, habla de varios temas de actualidad y con cierta crudeza dirigidos a adolescentes. «La protagonista es una adolescente en cuyo país está prohibido que las mujeres jueguen al fútbol. Un día aparece un balón en la playa con una frase escrita en castellano y decide hacer el viaje de su vida hasta España. En patera, por supuesto». Un argumento que, sin duda, va a acercar a los más jóvenes a la cruda realidad de las migraciones, la falta recursos y de derechos, y las desigualdades, en general.
Quizá por su experiencia profesional, busca que sus textos puedan utilizarse en un contexto educativo. «En talleres de lectura o con adaptaciones curriculares, con una historia se pueden abordar muchos aspectos formativos importantes».