La pandemia puso patas arriba la sanidad marcando el inicio de una legislatura que ofrece luces, pero también ciertas sombras, alguna de ellas herencia directa del covid-19, y otras, fruto de una política que aboga por lo público en detrimento de lo privado. Por partes. El Gobierno regional se enfrentó a una prueba de fuego que, más allá de oportunismos y opiniones de diferente índole, pilló por sorpresa a propios y extraños sin opción a predicciones diseñadas a toro pasado.  

La situación de crisis sanitaria obligó a definir prioridades y suprimió servicios a la espera de tiempos mejores. A todo ello se sumó, tal y como repasan desde el Colegio Oficial de Médicos de La Rioja, una firme apuesta por la sanidad pública. Y todo ello derivó, según Inmaculada Martínez, presidenta de los facultativos riojanos,  «en una actividad quirúrgica que en la actualidad, aún no se ha recuperado». De hecho, en base a sus propios datos, en la época previa a la pandemia «había una demora de unos 60 días» para intervenciones de carácter quirúrgico, y «ahora estamos en los 111 días» de espera a fecha de 31 de diciembre de 2022. Incluso a falta de un balance detallado, a nivel interno el Ejecutivo regional habla de una demora de cien días, es decir, que los plazos van recuperándose poco a poco a pesar de no acercarse aún a los meses previos a marzo de 2020. Oftalmología y traumatología, en el marco ya de las especialidades médicas, continúan liderando la demora de la sanidad riojana con más de dos mil pacientes a la espera.

En cualquier caso, «ha sido una legislatura supeditada a la pandemia», insiste la presidenta del Colegio de Médicos, que ha marcado buena parte del devenir de los cuatro años de Gobierno y que puso en jaque al sistema público de salud, desde la perspectiva de gestión, pero también de recursos humanos y de saturación de camas.

La Atención Primaria también sufrió el impacto del covid con listas de espera imposibles, sobre todo para afecciones de carácter respiratorio, si bien «se han ido implementado refuerzos médicos que están consiguiendo reducir» los plazos de las citas. «Está cada vez mejor», concreta con cierto optimismo la máxima responsable del Colegio de Médicos.

Ahora bien, como consecuencia directa de la barrera que ha supuesto para los usuarios el acceso a la medicina de familia, ha habido momentos de una importante saturación en Urgencias, recuerda Martínez, que incluso superaron todos los registros de atenciones diarias. «Tenemos que ser conscientes de que la puerta de entrada a los servicios sanitarios son los médicos de familia y no es el servicio de Urgencias». O dicho de otra forma, para que éste último cumpla su función, es necesario que funcione el primero.

Primera intervención asistida por da vinci. Por contra, Inmaculada Martínez ve importantes avances en innovación como la incorporación de una sala híbrida para la realización de procedimientos cardiovasculares complejos cuyo objetivo es incrementar la seguridad del paciente. Sin ir más lejos, el área de ginecología del Hospital San Pedro realizó hace unos días la primera intervención asistida por la plataforma robótica Da Vinci y el pasado mes de abril se anunciaba la futura incorporación de un novedoso tratamiento no invasivo para enfermos de alzheimer que permite controlar el temblor y por tanto, los efectos de la patología, en otro avance de la sanidad pública autonómica.

También considera Martínez que se ha avanzado «en estabilidad laboral aunque sería necesario aprobar un estatuto propio del médico y que los propios facultativos accedieran a labores de planificación sanitaria». En definitiva, una legislatura compleja, sobre todo en sus inicios, y que deja la impronta política de su Gobierno.

«El ciudadano debe responsabilizarse de su salud»

Otra de las cuestiones que la presidenta del Colegio de Médicos ve imprescindible pasa por impulsar una ley de educación sanitaria dirigida a las ciudadanos y que limite la publicidad engañosa. «Las personas tienen que responsabilizarse también de su salud y tenemos que aprender a cuidarnos y conocer perfectamente los recursos de los que disponemos, asevera. También cree necesario limitar la publicidad engañosa y el intrusismo en temas como las dietas milagro, o la práctica de cirugías estéticas por parte de personal no cualificado.