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Bruno Calleja Escalona
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Los edificios de la Delegación de Defensa son el vestigio de un entorno con pasado castrense, con cuarteles y muralla napoleónica. La ciudad aspira hoy a dar uso cultural a alguno de ellos

Imagen de los edificios de Defensa a principios del siglo XX en una postal de la época. - Foto: El Día

Los tres edificios de la Delegación de Defensa son el último vestigio arquitectónico de la calle Comandancia. La zona aparece mencionada en el siglo XI como Valcuerna, cuyo nombre quedó reducido a Valbuena. En ese entorno se construyó el convento de Valbuena.

Posteriormente, próximo al convento, se levantó una construcción para alojar las cárceles de la Inquisición, que fue derribado en la Guerra de la Independencia. El convento de Valbuena, ya convertido en cuartel, fue el escenario el 21 de enero de 1845 del fusilamiento del general Zurbano, que intentó sublevarse contra el gobierno de Narváez.

Durante la Guerra de la Independencia, los franceses ordenaron levantar una muralla en la zona. En 1893, el convento se demolió y en el entorno se edificaron las factorías militares (almacenes, panadería, etc.). Y se incluyeron los tres edificios para el Gobierno Militar y las jefaturas de Intendencia e Ingenieros.

Posteriormente se levantó un cuarto inmueble para la zona de reclutamiento, en donde estaba la caja de reclutas, que se derribó a principios del presente siglo. Cerca, estaba el cuartel General Urrutia, diseñado por José Herreros de Tejada en 1887. Unos años antes, en 1859, se habían creado los gobiernos militares. En Logroño tuvo varias sedes, una de ellas la antigua Casa de Correos, en la esquina de Muro del Carmen y Muro de Cervantes, asaltada durante la Revolución Gloriosa de 1868.

Los actuales edificios de Defensa próximos a Valbuena y la fuente Murrieta fueron entregados el 22 de octubre de 1914 y posibilitaban al Gobierno Militar tener sede propia. Los edificios de ladrillo, al gusto de la época, conformaban una composición simétrica y con una decoración cuidada. Frente a ellos se celebraron actos y eventos y acogieron la Caja de Reclutas.

En 1939, la calle se denominó Comandancia. Durante todo el siglo XX, el ámbito castrense estuvo muy ligado a la zona. Sin embargo, el derribo del cuartel de Infantería, de las viviendas de las calles Intendencia y Comandancia y de los edificios traseros de las factorías, dejó el complejo militar reducido a la Residencia de Suboficiales y a los edificios que hoy acogen la Delegación de Defensa, heredera del Gobierno Militar y que han sobrevivido a planes de traslado.

Ahora, alguno de ellos aguarda la conversaciones entre el Ayuntamiento y el Ministerio para que pueda tener uso cultural, como sede de la Escuela Municipal de Música.