El gol del canterano Diego López en el minuto 32 le dio este domingo la victoria al Valencia en el centenario de Mestalla contra el Real Madrid en un partido sin brillo de los madridistas y de mucha tensión que se prolongó hasta el minuto 107 tras varios altercados que acabaron con la expulsión con roja directa de Vinicíus Jr.
El Valencia, que comenzó el encuentro sabiendo que el Espanyol había apretado la zona baja, plantó una presión muy alta para incomodar al Real Madrid desde los primeros compases en los que Kluivert merodeó el área blanca, Cavani demandó penalti de Tchouameni y un chut de Diego López se marchó desviado.
La intensidad marcó los primeros minutos de juego en los que los madridistas, tras el arreón inicial local, trataban de calmar el ritmo de juego y llegar a la meta de Mamardashvili por la izquierda con Vinícius, pero el brasileño era bien marcado por los defensores del Valencia, que era muy agresivo en la presión y salía al contraataque con la juventud de Diego López.
Mientras, la jugada más peligrosa del Real Madrid, que no traducía su posesión en peligro, fue un mal despeje de Cömert con dirección a portería que blocó Mamardashvili a los doce minutos. El plan del equipo de Carlo Ancelotti de bajar las revoluciones de los valencianistas no tuvo efecto, pues los blanquinegros mantenían su energía.
Almeida probó con un zapatazo que atrapó Courtois en el minuto dieciséis y las pulsaciones bajaron. No fue hasta la media hora de partido cuando los madridistas tuvieron una oportunidad a balón parado que Benzema lanzó directa a las manos de Mamardashvili y, en la siguiente jugada, Justin Kluivert centró para Diego López, que se tiró con todo para batir a Courtois (m.33).
El Valencia, que vio como un testarazo de Vinícus se marchó alto, aprovechó la falta de tensión competitiva de los madridistas tras ver finalizada su temporada al caer en semifinales de la Liga de Campeones y se quedó cerca de hacer el segundo justo antes del descanso en una doble oportunidad de Javi Guerra que Courtois solventó de manera brillante.
El partido se retomó con la entrada de Rodrygo por Camavinga y un tiro de Asensio que se marchó alto, pero el Valencia regresó pronto a la carga con un inspirado Kluivert que revolucionaba el ataque de los de Rubén Baraja, que tuvieron una ocasión de López que Courtois rechazó.
Rodrygo trató de activar al Madrid con un chut que Mamardashvili atrapó y no fue hasta la entrada del brasileño y de Kroos y Modric que el equipo madridista comenzó a ser reconocible y peligroso. El juego estuvo detenido más de siete minutos porque se juntaron Cömert despejó cortó con otro balón que había en el campo una internada de Vinicus y, acto seguido, el propio jugador brasileño recriminó un insulto racista desde la grada de animación, identificando incluso a quien le había insultado.
La megafonía de Mestalla lanzó un mensaje de la seguridad del estadio pidiendo respeto y el juego se retomó con una falta lateral a favor del Madrid que careció de peligro. Rodrygo seguía en la búsqueda del empate, pero volvió a toparse con el guardameta rival y Cömert le arrebató el balón a Modric, cuando el croata se adentró en el área peligrosamente.
Diez minutos fueron el tiempo añadido por el incidente de los balones y los insultos a Vinicius y, nada más comenzar la prolongación, Valverde armó un potente disparo que Mamardashvili palmeó. El juego volvió a detenerse tras una tangana, en la que el portero georgiano acabó con amarilla y Vinícius con roja por un manotazo a Hugo Duro, tras acudir el árbitro a ver las imágenes.
Además, Vinicíus abandonó el campo haciendo un dos con las manos -en alusión a un posible descenso del Valencia- lo que provocó el enfado del banquillo valencianista y el partido se descontroló, pero Mamardashvili hizo una gran parada a Benzema para mantener la victoria del equipo de Baraja, que se aferró a la victoria.