«He leído más libros escritos por hombres que por mujeres»

Carmen Sánchez
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La lectura es el refugio de Dolores Fernández, directora de la Casa de las Ciencias. En los últimos años, la novela y poesía de nuevas autoras españolas completan su biblioteca personal

Dolores Fernández, en la biblioteca de la Casa de las Ciencias. - Foto: Ingrid

La divulgación científica es la labor que Dolores Fernández ha estado desempeñando desde que en 2001 tomara las riendas de la Casa de las Ciencias de Logroño. Una faceta que le hizo dar un giro de 180 grados a su carrera. Desde su despacho del antiguo matadero municipal recuerda su condición de periodista. Una profesión que le ha proporcionado las herramientas necesarias para poder hacer llegar a un público generalista un ámbito tan especializado como es la ciencia y la cultura científica.

Es, precisamente, la cultura en lo que ha estado centrada estos tres años desde que asumiera la Dirección General de Cultura delAyuntamiento de Logroño. Y ha sido este verano cuando ha regresado al lugar en el que ha estado más de 20 años.  

Una de las tareas que tiene por delante es programar actividades que acerquen la ciencia a la sociedad. Pero también quiere dar mayor visibilidad a la biblioteca de la Casa de las Ciencias, que desde que se inaugurara en 2011, suma ya más de 5.000 referencias científicas para todo tipo de lectores.    

Desde este espacio confiesa que no tiene facetas poco convencionales. Es más, pone la vista en los libros apilados en las estanterías situadas frente a los ventanales que dejan ver el cauce del Ebro para reconocer que es la lectura una de sus grandes aficiones, que comparte con la música, el teatro, las artes plásticas o viajar. «Mi  tiempo libre lo dedico a actividades de tipo cultural», afirma Fernández.

En su maleta nunca falta un libro. «Siempre llevo lo que estoy leyendo o lo que tengo pendiente. No elijo una lectura especial para el viaje», asegura. Eso sí, su tiempo libre lo dedica a la novela y la poesía. «Para el trabajo leo otras cosas; la literatura es mi hobby», puntualiza. 

Acaba de terminar Cicatriz, de Sara Mesa, y ya ha comenzado Pequeñas desgracias sin importancia, de Miriam Toews. Pero sin haberlo terminado ya tiene previsto leer Las herederas de Aixa de la Cruz. Todos los libros tienen un denominador común: que han sido escritos por mujeres. «Ahora estoy leyendo sobre todo literatura escrita por mujeres porque en un determinado momento de mi vida me di cuenta de que había leído muchísimos libros escritos por hombres, y que aunque intentara leer muchos más libros de mujeres durante los años que me queden nunca podría igualarlo», reconoce. Ahora apuesta por la literatura de nuevas autoras españolas que «están más en boga», como Mesa, De la Cruz, Andrea Abreu... 

Desconoce el número de ejemplares que completan su biblioteca personal, en la que no faltan Juan Marsé o Gonzalo Torrente Ballester. Reconoce que los libros de divulgación científica y los ensayos los cultiva menos en su tiempo libre. Eso sí, en su casa el ebook no tiene cabida, solo el formato tradicional, el papel.