«El mayor premio fue la experiencia en India»

El Día
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La maquilladora calagurritana Sarai Rodríguez opta el próximo 10 de febrero a su segundo Goya por Valle de sombras

Sarai Rodríguez, durante el rodaje de Valle de sombras maquillando al actor Miguel Herrán. - Foto: Foto cedida por Sarai Rodríguez

El 10 de febrero estará en la Feria de Valladolid en la 38ª edición de los Premios Goya. El pasado año optó a su segundo cabezón con La piedad, de Eduardo Casanova, y en 2022, el de la normalidad pospandémica, obtuvo el primero por Las leyes de la frontera de Daniel Monzón. Hablamos de Sarai Rodríguez (Grávalos, 1980), que junto con Noé Montes y Óscar del Monte, aspira al Goya en la categoría de Mejor Maquillaje y Peluquería con Valle de sombras, película en cartelera que ha supuesto una aventura vital inenarrable.

No sabemos lo que deparará la gala porque entre los nominados en la misma categoría figuran también Ana López-Puigcerver, Belén López-Puigcerver y Montse Ribé, candidatos a los Goya y a los Oscar por La sociedad de la nieve pero «en esta ceremonia nunca se sabe qué puede pasar» afirma desde Valencia, localidad donde vivió 17 años («además de Grávalos y de Calahorra, me siento valenciana porque es una ciudad que me ha tratado muy bien», informa) y donde graba Malas influencias. Tras este proyecto, acometerá AP6, del ubicuo Daniel Calparsoro que tiene en cines El correo. «Independientemente de lo que pase en los Goya, el mayor premio de Valle de sombras ha sido vivir la experiencia de la India», rememora. «Estoy muy agradecida por haber podido trabajar con Salvador Calvo en un rodaje que ha sido único», agrega.

La maquilladora riojabajeña, formada en Zaragoza y Barcelona, tuvo que vadear un río helado, subir a casi seis mil metros de altura y tuvo la oportunidad de visitar monasterios budistas así como ver el Himalaya «desde Leh». «Doce miembros del rodaje tuvimos la suerte de ir a Leh, fueron tres semanas y fue todo una experiencia», informa. El grueso del filme se rodó a continuación en Gran Canaria mientras que hubo un segundo viaje a India«aunque ya a alturas más razonables».

Fue un rodaje «exigente aunque todos los son en cierto modo».«Las leyes de la frontera fue justo saliendo de la Covid y había mucha figuración. Pero otro tanto se puede decir de Lapiedad, en la que el presupuesto fue muy ajustado», justifica. «Y en La ruta», pues cultiva por igual cine y televisión, «cada episodio requería un maquillaje ajustado a un año determinado». 

Aunque es maquilladora, en realidad muchas veces ejerce de «psicóloga». Y no porque tenga que escuchar las frustraciones de sus compañeros y sí porque «para la creación de los personajes el maquillaje consiste en pensar en el físico y en el carácter».

Está orgullosa de trabajar en el cine español y de haber compartido plató con directores como Eduardo Casanova (muy ligado a Calahorra) o Salvador Calvo. Le encantaría poder hacerlo «con Isabel Coixet o Ramón Salazar», autor de Vis a vis o Elite, y con Tim Burton, Dolan, Lanthimos, Sofia Coppola o Guadagnino, «porque me encantan los retos» y sus proyectos cinematográgicos lo son. Forma parte de la industria y, por tanto, «puedo decir que tengo la suerte de vivir bien» aunque hasta que consiguió establecerse, el proceso fue de lo más complicado.«El trabajo de maquilladora es muy duro. Venía de un pueblo de La Rioja y hasta que te das a conocer cuesta. He hecho mil cosas antes, como maquillar a gogós para discotecas», informa consciente de estar cumpliendo un sueño que puede culminar, en diez días, con su segundo cabezón.