Diego Martínez y qué hacer hasta terminar

Gonzalo Ortega
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A falta de dos jornadas para terminar la competición, al entrenador de la UD Logroñés le surge el problema de qué jugadores alinear hasta que comiencen los playoff de ascenso

Diego Martínez, en el área técnica durante un partido en Las Gaunas. - Foto: Óscar Solorzano.

Una vez asegurada la tercera posición, condición con la que casi a plena certeza jugará la Unión Deportiva Logroñés la fase de playoff de ascenso a Primera RFEF, al entrenador blanquirrojo puede brotarle un «bendito» problema: qué jugadores escoger en las dos jornadas que restan hasta finalizar la temporada regular.

Al técnico logroñés se le abren tres caminos. En primer lugar, dar continuidad al equipo 'tipo' y reconocible de la UDLogroñés, con sus jugadores más habituales a lo largo de la temporada y que más minutos han disputado. En portería Kike Royo, con Andoni Ugarte y Julen Monreal en el centro de la defensa, con Yasin en el lateral derecho y Miki Codina en el izquierdo (a causa de la lesión de Iñaki, que lo había jugado prácticamente todo). En la medular estos son Sarriegi, Urcelay y Álex Arias, con Madrazo en el extremo izquierdo, Unai García o Goti en el derecho, y en punta, Jony.

Ahora bien, al alinear a estos hombres, se corre el riesgo de que sufran alguna molestia física o lesión de cara a los playoff. Es por eso que, en aras de darles descanso, Martínez pueda optar por seleccionar a los menos habituales y con los que no está contando tanto esta temporada. 

Algunos de estos hombres, como pueden ser Álex Daza, Titi, Javi Cobo, Enzo Facchin, Yurrebaso o Capdevila, este último  sin jugar desde el 21 de enero ante el Barbastro, son jugadores que no han sido tan típicos en el once habitual blanquirrojo. Sin embargo, en un supuesto caso de escoger esta preferencia, donde también habrá que repetir jugadores recurrentes y querer dar descanso a otros, también está la posibilidad de la pérdida de ritmo competitivo de cara al playoff que comenzará el segundo fin de semana de mayo.

Por ello, la más adecuada parece la tercera y última posibilidad: inclinarse por un sistema mixto, en el que mezclar a todos los jugadores disponibles y correr los menores riesgos posibles en el apartado físico para evitar potenciales lesiones y llegar de la mejor manera, tanto en este último apartado, como en el mental, de cara a unos playoff  en los que salvo debacle del Barakaldo, el equipo tendrá la condición de ser tercero y en los que solo queda esperar al rival que toca.