Concha Andreu no sabe qué derroteros seguirá su vida política tras la severa derrota que le infringieron las urnas el pasado domingo. Al contrario del alcalde de Logroño, que informó el lunes a la ejecutiva socialista de su intención de permanecer en el Ayuntamiento en las filas de la oposición, la presidenta de La Rioja no ha decidido su futuro. Se abren ante ella varias opciones, o toma posesión de su escaño en el Parlamento regional, o acepta la invitación de la cúpula del PSOE,que ha abierto la puerta a los cargos que salieron derrotados a integrar las listas a las elecciones generales, la opción por la que se inclinan las apuestas. O, simplemente, se va a su casa. Todo va a depender, además de su voluntad, de una conversación con Pedro Sánchez. «No es el momento de apresurarse», dijo ayer la secretaria general del PSOE, puesto que seguirá desempeñando tras recibir el apoyo «unánime» de sus compañeros a su gestión al frente del gobierno, y después de poner su cargo a disposición del partido.

«Lo importante es el PSOE», insistió la líder socialista, que rechazó la existencia de divisiones internas. «Está más unido que nunca», afirmó Andreu, que asumió la severa derrota «en primera persona», aunque sin realizar la autocrítica por una debacle que no llega  a entender por qué se ha producido.

La presidenta en funciones especula que han sido tres las razones que han contribuido a la pérdida de unos 10.000 votos respecto a los comicios de 2019, aunque no se atreve a atribuir algún porcentaje a cada una de ellas. De un lado citó la «ola nacional, que vinculó al foco mediático, centrado en asuntos nacionales «y no en lo que hemos hecho», a lo que agregó la incapacidad para ejecutar una política de comunicación eficaz.

«Hemos sido incapaces de transmitir a la sociedad todo lo que hemos hecho», opina la presidenta en funciones, que mencionó también el posible desgaste del Gobierno de coalición, cuya existencia defendió hasta el final en aras de la estabilidad, la aprobación de los presupuestos y «más leyes que nunca».

Porque ese fue el hilo argumental de la intervención de Concha Andreu, los logros de su Gobierno  en economía o derechos sociales.

«Dejamos una Rioja mejor que la que cogimos», afirmó Andreu, que  no se arrepiente de haber seguido a pies juntillas las directrices marcadas desde Ferraz.

Los plazos. Aunque piensa que «no hay que apresurarse», poco tiempo tiene Concha Andreu, como ella misma reconoció, para tomar una decisión sobre su futuro, porque el calendario corre sin freno y hay que  elaborar las candidaturas para las elecciones del 23 de julio.

«Que mi decisión no les genere ansiedad, a mi no me la crea», dijo a los periodistas la presidenta en funciones, que informó de que el próximo 7 de junio el PSOE La Rioja celebrará un Comité regional extraordinario para aprobar las listas al Congreso y Senado.

Pero antes, las diferentes agrupaciones socialistas mantendrán asambleas para proponer nombres en las candidaturas a Cortes generales.

Explicó también que será la Ejecutiva del partido en Logroño, que se reúne mañana, la que valide la decisión anunciada por el alcalde de la capital en funciones, Pablo Hermoso de Mendoza,  de permanecer al frente del grupo municipal socialista la próxima legislatura.