Ezcaray se queda sin fiesta en el Ogueta

El Día
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Más de 1.200 espectadores disfrutaron de una semifinal poco brillante en el juego pero muy sentida en la grada del frontón vitoriano

Darío se abraza con sus seguidores a la conclusión del partido. - Foto: Óscar Solorzano

No era San Lorenzo aunque lo parecía.Tampoco llovían perseidas pese a que el alcohol, en todas sus variantes y a katxis, fluía por todo el frontón.Era el día que todo Ezcaray esperaba. Pero la localidad riojana más pelotazale se quedó sin fiesta. Se la birló un pelotari de Mallabia que ahora jugará en casa, en el Miribilla, ante el gran favorito, Altuna.

Aunque el público riojano solo va al frontón los días de guardar, ayer el Ogueta era un poco el Tenorio. Más de 1.200 espectadores se acercaron a la capital vasca para disfrutar de una semifinal pasional en la grada, cerebral en el frontón. Darío y Elordi siempre esconden sus emociones. No así sus paisanos que disfrutaron de una jornada festiva que premió el ejercicio de resistencia de Elordi.

El primer coro se invocó en nombre del 'Darío alé' y los vizcaínos, como si el Ogueta fuera San Mamés, respondieron con un 'Elordi geuria'. A voces ganaban los riojanos, a pelotazos lo hicieron los vizcaínos.

Darío, que lamentó no haber podido regalar a los ezcarayenses la final, se sintió como en casa hasta las seis y cinco de la tarde. A partir de entonces, fue el mallabitarra el rey de la fiesta. Hasta el 4 de junio, al menos, lo seguirá siendo.

Aunque las camisetas del vizcaíno eran mayoritarias, la primera de ellas la de Garikoitz Txakartegi, tío y botillero de Aitor, La Rioja goleó en pancartas. El omnipresente 'Egurre, Darío' dominaba el rebote. Aunque Darío no pudo darle caña a su rival.A su lado, su cuadrilla le deseaba suerte y le recordaba que 'Ezcaray está contigo'. En el lateral, el club de su localidad advertía que está siempre 'con sus figuras' y, la más emotiva rezaba, a pie de cancha, lo siguiente: 'Aúpa, Darío. Estás cerca de cumplir tu sueño'.El riojano deberá esperar un año para hacer realidad su sueño. Al menos se ha ganado la condición de cabeza de serie aunque es un magro consuelo. El premio gordo se lo lleva Elordi.

La semifinal se comenzó a truncar con el sorteo inicial. Salió azul y los cinco primeros saques fueron de Elordi, el más entonado. La grada vizcaína gozaba y la megafonía atronaba el Ogueta. Al ritmo de Richi e Poveri ('Che confusione, sarà perché ti amo; è un'emozione che cresce piano, piano'), la curva vizcaína crecía y el tifo riojano se venía a menos.

Tuvo que pasar la primera pausa técnica (4-12) para  queDarío, y Ezcaray, se recuperasen. Lo hicieron al ritmo del Freed From Desire de otra italiana, Gala. El frontón entonó el 'na-na-na' y la villa riojana se vino arriba hasta que un dos paredes fallido apagó las luces y quebró las altavoces.

Para cuando sonó el Bella Ciao, los últimos partisanos que quedaban en pie eran los de Elordi, vencedores de un estelar festivo aunque un tanto fallido. ADarío, ejemplo máximo de resistencia y paciencia, le toca esperar. También es un arte. Fue un semifinalista inesperado en 2020. Ayer disfrutó de su segunda gran tarde. Habrá una tercera vez. Solo es cuestión de tiempo.