Veinte soldados riojanos descansan en el Valle de los Caídos

R. Muro
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Son los datos que constata Jesús Vicente Aguirre y que podrían ser más ya que Cuelgamuros mantiene más de 12.400 restos mortales de la Guerra Civil sin identificar, alguno de ellos «será de La Rioja»

Imagen del cementerio de Logroño en una toma posterior a la Guerra Civil - Foto: Archivo Loyola

Puede constituir una aproximación pero jamás será una cifra cerrada mientras el Valle de los Caídos mantenga entre sus criptas hasta 12.410 cuerpos sin identificar, alguno de ellos seguro que riojano, tal y como concreta Jesús Vicente Aguirre, escritor e investigador aférrimo de las consecuencias de la Guerra Civil española. En cualquier caso los estudios al respecto avanzan y el propio Aguirre ostenta datos como para asegurar que en Cuelgamuros descansan al menos 20 riojanos cuando hace unos años  solo se habían testificado alrededor de seis. 

Todos ellos están registrados en los libros del escritor riojano con nombre y apellidos y municipio de origen, incluso del bando al que pertenecían. En este sentido, «solo uno de ellos» se empleaba en el lado rebelde. 

Todo arrancó con la misiva que Blas Pérez, ministro de Gobernación en 1959, traslada a los diferentes gobiernos civiles. En ella reclama información sobre «los mártires de nuestra Cruzada» con datos relativos al lugar de sepultura y «si las familias están dispuestas entregarlos para trasladar sus restos al Valle de los Caídos». El Gobernador civil Alberto Martín Gamero traslada la demanda a los ayuntamientos riojanos que deberían cumplir con la gestión con «tacto, cariño y entusiasmo patriótico». Recuerdan tanto Jesús Vicente Aguirre como Tomás Llanos, estudioso igualmente de la época, que ElVaticano exigió a Franco que se enterraran muertos de ambos lados para proceder a la declaración de Basílica la faraónica obra del Valle de los Caídos, que quedó inaugura en 1959.

Una vez corroborado el traslado, La Rioja tuvo su representación en los inicios de las sepulturas en el Valle de los Caídos con diez trasladados exhumados del cementerio de la capital riojana si bien, soloJoaquín Heras Ruiz consta como nacido en Logroño. El resto fueron inhumados en el campo santo logroñés aunque habían nacido en diferentes puntos de la geografía riojana. 

A Joaquín Heras Ruiz de Zuazo se irían sumando entre 1959 y 1965 otros 19 riojanos que fueron enterrados en Cuelgamuros junto a otros 33.833 combatientes a los que se dio sepultura en el Valle de los Caídos. Dicho de otra forma, los restos de estos díez combatientes procedían del cementerio de Logroño, pero solo uno estaba registrado como riojano. Así quedaba constancia en las arquetas, en las que se podía comprobar que el resto de soldados del ejército franquista fallecieron en hospitales de Logroño, siendo sus orígenes muy diversos.

Traslado a Cuelgamuros. Jesús Vicente Aguirre insiste en la imprecisión de una cifra basada en los diferentes estudios desarrollados por él mismo y por Tomás Llanos teniendo en cuenta los miles de restos que faltan aún por identificar. El desenterramientos de estos diez cadáveres se produjo el 25 de marzo de 1959 y los restos fueron conducidos al santuario de Cuelgamuros «incorporándose a la expedición de todas las provincias españolas». 

De forma previa, tuvo lugar un funeral oficiado por el capellán del cementerio a las nueve y media de la mañana. Tras el acto el gobernador civil clamó «Caídos por Dios y por España».

Francisco Martínez, el único riojano no sublevado en Cuelgamuros

Francisco Martínez Martínez es el único riojano, del que se tiene constancia, que está enterrado en el Valle de los Caídos y que se integraba en el ejército no sublevado. Nació en la localidad de Albelda de Iregua aunque desde 1920 residía en Bilbao. Fue fusilado en el año 1936 en el cementerio de Santa Isabel de Vitoria y fue exhumado de ese mismo campo santo 25 años después para trasladar sus restos al popular santuario de Cuelgamuros.

Miliciano integrado en el ejército vasco, fue hecho prisionero el 26 de septiembre en el transcurso de una maniobra de reconocimiento con el sector Villarreal (Álava). Encerrado ese mismo día en Vitoria, es sometido a Consejo de Guerra y condenado a muerte por el delito de rebelión militar. 

Actualmente, es el único riojano, detalla Aguirre, «no combatiente del ejército sublevado del que se conoce su traslado al Valle de los Caídos».