Uno se vio obligado a ceder el 'número uno' del mundo. El otro vio cómo le empataban en el trono del tenis en lo que a 'grandes' se refiere. Alcaraz y Nadal se han topado en este comienzo de temporada 2023 con las lesiones, algo que les está impidiendo adquirir continuidad en su juego de cara a los próximos campeonatos.

Alcaraz mira de reojo a Indian Wells. Su participación en el primer Masters 1.000 de la temporada está en seria duda por una nueva dolencia muscular, en la misma zona que le impidió participar el pasado enero en el Open de Australia.

De no competir desde finales de 2022 a hincharse a jugar en los torneos de Buenos Aires y Río de Janeiro. El murciano pagó la exigencia física de las últimas dos semanas en la final del campeonato brasileño, que perdió ante Cameron Norrie después de llevarse el primer set y perder, ya mermado, los dos siguientes.

Esa decisión de seguir en pista a pesar de estar visiblemente dolorido ha podido agravar un problema que complica su participación en Indian Wells, torneo que precede en el calendario al de Miami, del que es vigente campeón.

Por otro lado, Nadal ya ha enfilado la fase final de la lesión que le alejó de forma definitiva del trono en Melbourne, algo que allanó el camino a Novak Djokovic a la hora de sumar su 22º Grand Slam y colocarse primero en el 'ranking' de la ATP.

En el horizonte se asoma ya la gira de tierra batida, esa que más alegrías ha dado al manacorí. Por ello, los planes de Nadal pasan por reaparecer en la primera gran cita en arcilla:  Montecarlo.

A partir de ahí llegarán Barcelona, Madrid, Roma y París. Roland Garros será la última parada para el tenista balear, que espera completar la temporada sobre el polvo de ladrillo sin sustos físicos, aunque la temporada pasada ya demostró que no necesita llegar con bagaje para triunfar en la Philippe Chatrier.