"El cariño de la gente lo llevas más adentro que llegar a 22"

Gonzalo Ortega
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Otra vez que lo roza. Otra vez a las puertas. Otra vez que Darío acaricia un buen resultado en el Manomanista pero que queda apeado de su trayectoria por colgarse la txapela. En su competición fetiche, el de Ezcaray asegura que "ya vendrán otras"

Darío Gómez, sobre el río Oja a su paso por Ezcaray. - Foto: Óscar Solorzano.

Sin agujetas. Así se levantó ayer Darío después de una paliza de una hora y diez minutos y 328 pelotazos contra Jokin Altuna, en la última jornada de cuartos de final del Manomanista y que terminó con la eliminación del pelaire en un choque que llegó a estar empatado a 19.

¿Cómo está mentalmente?
Son momentos que vas asimilando poco a poco. Cuando estuve solo en el vestuario, ese ratito sí que piensas un poco más y te viene lo que has perdido. Pero hay muchas cosas positivas también para sacar, en cuanto a la gente y el ambiente.

¿Qué piensa en ese ratito a solas en el vestuario?
Otra oportunidad que se ha escapado de estar en otro partido bonito. Otra oportunidad perdida de ganar a Jokin y haber rematado la faena. Te vienen mil cosas a la cabeza, pero soy de los que intenta pensar en otras cosas. En ese sentido sé controlar mis pensamientos.

¿Da tiempo a pensar durante un partido a ese ritmo? 
Durante el tanto no. Si piensas es mala señal. Es señal de que estás despistado o de que no tienes claro lo que tienes que hacer. Las cosas tienen que salir muy automáticas. Entre tantos me notaba al principio con un poco más de ganas y precipitación y eso te hace acelerarte, dar un paso hacia adelante y no terminar de acertar. Intenté calmarme y vi que me metí en el partido, que Jokin estaba incómodo y hacía más gestos de lo normal. Si no me equivocaba tenía bastantes opciones pero al final nos equivocamos y se escapó.

La estrategia estaba clara. Como dijo su hermano: meter un pelotazo que vaya la pelota hasta Nueva York.
Era plantear un partido muy físico, lejos del frontis. La segunda parte del partido así fue, con la pelota que sacó él, que me entró mejor en la mano. Yo intenté buscar un material que me diese tiempo para ponerme a bote.

¿Y qué tal en lo físico?
La verdad que muy bien. Esta mañana me he encontrado bien, se nos hizo un poco tarde en las fiestas del Santo (en la ciudad calceatense) pero esta mañana levantándome pronto me he sentido bien. Ni agujetas ni nada.

¿Las manos?
La izquierda bien pero la derecha muy tocada. Ahora hay tiempo para recuperar.

Sorprendió que en el Astelena, la 'casa' de Altuna el frontón estuviera volcado con usted, animando sin parar.
Siempre he sentido ese cariño de la gente, la verdad. Calentando miras un poco a la grada y sabes quien hay. En todo momento vi caras conocidas o de gente que ya conocía de antes. Estoy muy agradecido, siempre me he sentido con mucho cariño y el domingo se plasmó en el frontón, que la gente tenía ganas de que ganase. Desde luego, eso es algo que te llevas dentro, casi superior a una victoria. Si me pones en la hipótesis de si prefiero eso o la victoria pues te digo que llegar a 22, pero ese cariño es algo que te llevas más adentro que llegar a 22.

Por redes sociales se pudieron ver alabanzas a ambos pelotaris y muchas ganas de ver a Darío este verano.
Eso no es cuestión mía. El año pasado quedé tercero en el Manomanista y me tocó jugar más bien poco, por decirlo de alguna manera. Este año a ver. No es decisión mía, es decisión de la empresa. Hay mucha competencia en los cuadros de adelante en nuestra empresa. Sabemos que es difícil pero hay que hacer las cosas bien para ponerselo complicado.

Hablando de la empresa... termina contrato a finales de este mes de mayo. ¿Ha hablado algo o todavía está en vilo?
Tendremos que hablar esta semana o cuando me llamen. Qué es lo que hay, si hay oferta, qué oferta es o cómo está la cosa y valorar todas las opciones que hay.

¿Cómo son sus sensaciones?
Bueno, te pones un poco en todas las situaciones que puede haber. Y que puedes esperar de cada una de esas situaciones. Prefiero no hacerme solo una en mi cabeza. Piensas un poco todo y luego, según lo que te planteen, elegir una cosa u otra. Al final es una negociación.

¿Quiere seguir?
Sí, siempre lo digo. Soy feliz en la pelota. Me gusta entrenar, preparame con mis compañeros, salir al frontón... el ratito con mis compañeros en el vestuario me encanta. Es para lo que hemos entrenado siempre y lo que me gustaría seguir haciendo estos años.

Dijo, antes de empezar, que veía como favorito a Artola ¿Lo sigue manteniendo?
Sigo viéndolo igual. Iñaki es quien más diferencias ha plasmado. Da una sensación de superioridad en el peloteo, en defensa, la agresividad, fuerza física y su manera de terminar el tanto. Se le ve un punto por encima.