La Rioja y Cantabria, solas en el vagón de cola del AVE

Gustavo Basurto
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La apertura de la variante de Pajares, que pone a Oviedo a tres horas y cuarto de Madrid, menos de lo que se tarda desde Logroño, delata aún más el retraso ferroviario de la Comunidad

Una locomotora arrastra un convoy ferroviario a su paso por la estación de Alcanadre. - Foto: Óscar Solorzano

La Rioja suele enorgullecerse de estar en puestos de cabeza en rankings que miden índices como la calidad de vida, el nivel del sistema educativo o la tasa de empleo. Pero es ya proverbial su déficit en materia de comunicaciones, sobre todo ferroviarias. Si ya se sabía que la Comunidad se encuentra entre las más retrasadas en el desarrollo de la alta velocidad, la entrada en servicio el pasado miércoles de la variante de Pajares, una megainfraestructura que pone a Oviedo a tres horas y 12 minutos de Madrid, reduce a dos el número de regiones sin obras ni planes próximos para la llegada de los trenes veloces: La Rioja y Cantabria.  

En sentido estricto, con la entrada de Asturias en el club de los territorios por los que ya circulan trenes por vías de alta velocidad, son cuatro las comunidades autónomas que aún están fuera de ese mapa: País Vasco, Navarra, Cantabria y La Rioja. Sin embargo, las dos primeras tienen obras o proyectos concretos en marcha con plazos para salir de ese vagón de cola en los corredores de alta velocidad. 

En el caso de La Rioja, esos proyectos ni están ni se les espera a corto plazo, ni siquiera en un horizonte anterior a 2030. La única obra en ciernes vinculada a la alta velocidad es la variante de Rincón de Soto, a punto de iniciarse, que evitará el paso de las vías por el centro del pueblo, pero que no deja de ser un tramo de 9 kilómetros adaptado a los futuros requerimientos de los trenes veloces, pero de momento sin conexión con ningún corredor de alta velocidad ni hacia el este ni al oeste. 

Lo más avanzado en cuanto al desarrollo del corredor de alta velocidad Cantábrico-Mediterráneo es el tramo entre la localidad navarra de Castejón y Logroño, pero está en fase de estudio informativo, un documento previo al proyecto. Más retrasada va la solución para dar continuidad a ese eje desde la capital riojana hasta Miranda de Ebro, pendiente de un estudio de viabilidad que determine las posibles opciones de trazado. 

Voluntad política. La voluntad política de tratar de agilizar al máximo está plasmada en un pacto alcanzado en el Parlamento regional, y el consejero de Infraestructuras del Gobierno riojano, Daniel Osés, mantuvo el pasado mes de octubre un encuentro en Madrid con el entonces secretario de Estado de Transportes, David Lucas, para hablar de este y otros proyectos pendientes en la Comunidad autónoma. Ahora, con la toma de posesión del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, deberá ser el departamento que dirige el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, el que retome las gestiones  iniciadas. 

A retraso que arrastra la región, que hace una década figuraba en teoría en la misma casilla de salida que Navarra, ahora mucho más avanzada que La Rioja, en cuanto a la planificación dentro del corredor Cantábrico-Mediterráneo, se le suma se le suma otra reciente decepción que tiene que ver más con el movimiento de mercancías por tren que con la programación de las grandes infraestructuras, pero que de nuevo aíslan al  territorio riojano en materia ferroviaria. Es aislamiento se produce en el mapa de las denominadas autopistas ferroviarias, rutas de transporte de mercancía en las que los trenes cargan con remolques de camiones.

En una reciente jornada para analizar las previsiones en torno a esas rutas, quedaba patente que en el movimiento de esos convoyes La Rioja no aparece.

El 'aperitivo' de Rincón de Soto

En el lenguaje administrativo ministerial, La Rioja tendrá en breve una obra en marcha de vías de alta velocidad. En la práctica y para no llevar a engaño, lo que harán las máquinas a no mucho tardar será empezar a mover tierra para luego construir una variante ferroviaria, es decir una circunvalación de 9,3 kilómetros de recorrido, que evite que los trenes circulen por el casco urbano de Rincón de Soto. El pasado mes de octubre el organismo ADIF, dependiente del Ministerio de Transportes, adjudicaba las obras de la variante de Rincón de Soto, por un valor de 65,6 millones. «Un paso decisivo para conseguir avanzar, por fin, en la modernización del trazado ferroviario a la alta velocidad en La Rioja», aseguraba la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz. Las empresas Copisa Constructora Pirenaica, Coalvi, Teléfonos Líneas y Centrales y Aldesa Construcciones tendrán un plazo de 34 meses para ejecutar las obras. Con ser necesario sacar el tráfico ferroviario fuera del núcleo urbano de Rincón de Soto, cuando concluya esa infraestructura, las vías de esos 9 kilómetros no tendrán continuidad con trazado y características de tren veloz hacia Logroño ni hacia Zaragoza, de manera que ese 'trozo' de alta velocidad quedará aislado a la espera de una tramitación del resto del corredor Cantábrico-Mediterráneo en La Rioja, que se prevé que vaya para largo, antes de concretarse en obras.