Antonio de Benito

La tercera mano

Antonio de Benito


Amores imposibles

15/02/2024

14F, Día del Amor. 16F, Día de los Amores Imposibles. Tan cierto como insólito. Los tractores regresan del asfalto a la tierra, de nuevo al asfalto… Mi primo es un joven agricultor. El campo ha sido su pasión desde que le salieron los dientes y se queja porque las normativas, papeleos, etc. son un enorme caballo de batalla. No salen las cuentas. Al menos, sus cuentas. A veces piensa si su amor al campo no es correspondido y será mejor dejarlo y trabajar para una empresa y librar todos los fines de semana. Pero se suele reconciliar con él cada primavera al ver crecer el cereal, aunque sea poco.
Mi vecino vive del campo y en el campo con sus cabras y ovejas. Esclavo de su amor al ganado. Quizá sea otro amor imposible y lo rompa de forma unilateral tras cincuenta años de pasión. Me dice que quizá sea su último invierno. Por la edad, cobraría un subsidio, vendería a sus amores y se podría operar de la espalda o de lo que el cuerpo le pidiera sin tener que abandonar o dejar con un familiar o amigo al ganado. ¿Conocen a muchas personas que tengan que retrasar una operación por no poder atender su trabajo? 
Al que conocí mucho menos de lo deseado y esperado es a mi padre, que murió junto a su tractor y su remolque hace ya demasiadas décadas, cuando los labradores sudaban algo más que agua salada, libraban los domingos por la tarde y trabajaban de sol a sol los trescientos sesenta y seis días de un año como este. No había PAC; nitratos de Chile, sí; miradas al cielo, todas. No se hablaba de cambio climático, porque todo cambia, se supone que a mejor. Y nunca lloverá a gusto de todos, porque tampoco todos somos iguales. Agricultores de La Rioja, de Soria, de Murcia, de Navarra o del Valle del Loira… 
Algo tendrá el campo cuando atrae tanto, incluso lo bendicen, aunque mi madre, tal vez por sentir la tragedia tan próxima, siempre nos dijo a mi hermano y a mí: a estudiar. Y qué poco caso le hice, solo estudiaba cuando la tormenta se acercaba, pero siempre le estaré agradecido.