Crónicas de una primera vuelta desnivelada

Gonzalo Ortega
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Los equipos riojanos de Segunda RFEF atraviesan situaciones diferentes y luchan por objetivos diferentes una vez finalizada la primera mitad del campeonato

En Las Gaunas, la UD Logroñés es una trituradora de equipos... que pierde su mordiente cuando juega fuera. - Foto: Óscar Solorzano.

El pasado domingo terminó la primera vuelta de Segunda Federación. Los equipos riojanos terminaron en franjas horarias separadas, cada uno con un resultado diferente (hubo victoria, empate y derrota) y con un encuentro que resume magistralmente cómo ha sido la primera mitad del campeonato para ellos.

Primero acabó el Calahorra. Su enfrentamiento contra el Deportivo Aragón, con empate a cero, refleja varias de las particularidades que ha mostrado esta temporada el centenario equipo rojillo, una de las más flojas que se recuerdan en los últimos años.

Con la etiqueta de ser uno de los descendidos de Primera RFEF, nadie podía esperar al Calahorra inmerso en una situación como la actual. La plantilla ha cosechado resultados notoriamente por debajo del rendimiento esperado y, pese a empezar el curso líder con dos victorias en sus dos primeros compromisos de liga, pronto se desinfló contra rivales como Utebo, Tudelano, Real Sociedad C o Gernika, lo que, además de las consecuentes derrotas, puso de manifiesto que el equipo no tenía la capacidad para luchar por cotas altas en este grupo de Segunda RFEF y estaba destinado a permanecer en la zona media. O al menos eso parecía sobre el papel.

Al Náxara aún le lastra haber firmado el peor arranque histórico en Segunda RFEF.Al Náxara aún le lastra haber firmado el peor arranque histórico en Segunda RFEF. - Foto: Óscar Solorzano.

FUTURO INCIERTO. «Somos un equipo prácticamente nuevo y ya preveíamos que nos iba a costar aclimatarnos a la categoría. Hemos hecho un equipo con gente muy joven, gente con más futuro que pasado. Ahora estamos pasando un peaje, y reconozco que creoque íbamos a estar mejor en cuantos a puntos, pero estoy satisfecho con el rendimiento de mis jugadores porque sé que esta temporada no vamos a parar de crecer» aseveró a El Día de La Rioja Carlos Pouso, técnico rojillo, días antes de visitar a la UD Logroñés.

Nada más lejos de la realidad, cuando los jugadores rojillos parecían evidenciar mejoras en su juego, jugadas aisladas, desconexiones o acciones desafortunadas en defensa o en portería, volvían a lastrar el resultado de un equipo que tampoco ha sabido responder cómo correspondía ante rivales directos como Arenas Club, Barbastro o Valle Egües, que, unido a más derrotas como los filiales de Deportivo Alavés o Athletic Club han hecho que sea undécimo, con 18 puntos, unopor encima del play-out y dos arriba del descenso.

El objetivo para esta segunda parte del campeonato se ve raso: recuperar el carácter rocoso y competitivo tan propio del Calahorra de temporadas anteriores y convertir La Planilla en una verdadera fortaleza en la que cimentar los puntos, al contrario que en estos primeros 17 enfrentamientos en los que, de ocho, solo han ganado tres.

El Calahorra ha sido derrotado en La Planilla cinco veces en esta primera vuelta.El Calahorra ha sido derrotado en La Planilla cinco veces en esta primera vuelta. - Foto: Óscar Solorzano.

RACHAS QUE LASTRAN. No fue un gran inicio el del conjunto najerino en su segunda participación en Segunda RFEF. De hecho, dos empates en once jornadas firmaron el peor arranque de un equipo en toda la historia de la competición. Los puntos logrados ante Arenas Club y Gernika lastraron al Náxara desde el inicio de la competición hasta tal punto que no ha sido capaz de abandonar el farolillo rojo ninguna semana.

Las victorias ante Brea (3-0) e Izarra (3-1) en La Salera han permitido acercarse un poco a sus rivales de la zona roja del grupo, como son el San Juan, Brea, Izarra y Arenas Club, pero siempre en el último cajón. Su derrota del pasado fin de semana también evidenció la tónica general de la temporada najerina: el equipo lo intenta, lucha y compite en la mayoría de los partidos, pero en prácticamente la totalitad de ocasiones, acompañado de mala fortuna, escasa eficacia o goles en el último suspiro, ha sido insuficiente y se ha encontrado con la cara amarga del fútbol.

El Náxara, que consiguió el ascenso como el mejor equipo de la tercera riojana la pasada campaña, sí que era uno de los equipos llamados a estar en esa pelea por la salvación del Grupo II. Sin embargo, a pesar de la mala primera vuelta realizada, la categoría no está del todo perdida, puesto que encadenar una serie de positivos resultados que le permitan añadir puntos de manera rápida a su casillero puede aúpar la moral de un grupo que está a nueve puntos de la salvación y que también se ha visto azotado por las lesiones a lo largo de la primera mitad de la liga.

PRODUCCIÓN OFENSIVA ESCASA... O CASI NULA. Porque este es uno de los grandes, si no el más grande, problemas que padecen tanto Calahorra como Náxara. Ofensivamente pueden producir ocasiones... pero muchas menos de las necesarias acaban en gol, el elemento de la tabla no periódica que rige el deporte.

Tanto rojillos como blanquiazules llevan, en 17 jornadas, once goles, registro solo empeorado por los nueve de la Mutilvera y los ocho del Brea. La media es de 0,65 goles por partido. Este es el principal rival a batir para ambos conjuntos: ellos mismos. Mejorar esos registros ofensivos puede ser una de las claves donde radique el crecimiento clasificatorio a lo largo de la segunda vuelta para ambos. De hecho se ha producido un dato demoledor que muestra la enorme diferencia goleadora entre los tres conjuntos riojanos del grupo. Jony, delantero de la UD Logroñés, anotó con su doblete al Utebo el pasado domingo en Las Gaunas su décimo gol en liga esta temporada. Además del récord que estableció al convertirse en el jugador que menos partidos había necesitado jugar para llegar a esta cifra con la camiseta blanquirroja, la realidad detrás de este facto es que uno de los hombres de ataque de la UDL lleva un solo gol menos que tanto Calahorra como Naxara en total.

MUCHAS LUCES Y DOS SOMBRAS. Y por último, está la UD Logroñés. El equipo de Diego Martínez, uno de los que mayor anotación ha logrado de toda España y el que mejor registro atesora por el momento en Segunda RFEF. Con 41 goles a favor, promedia 2,4 goles por partido.

Este año, la UD Logroñés es el equipo de los récords. Prácticamente desde que comenzara la campaña en agosto, esta temporada está sirviendo para mejorar sus registros en prácticamente todas las facetas. Es el equipo blanquirrojo histórico que más partidos acumuló sin perder, con la racha que se vio truncada ante el Badalona Futur en Copa Federación; es el equipo que más goles ha marcado en Las Gaunas en toda la historia (y falta toda la segunda mitad); el equipo en el que más jugadores diferentes han visto portería... y una lista más larga de marcas que podrían copar mucho más espacio de este artículo, aunque no ha lugar.

Sin embargo, todos esos récords quedan en un segundo plano al descubrir que «la trituradora» de Las Gaunas se gripa cuando ha tocado jugar fuera de casa. Lejos de Logroño han salido a la luz los dos debes de este equipo a mejorar en la segunda vuelta: los partidos fuera y aquellos contra rivales directos. El pasado domingo, el Utebo se convirtió en el primer rival directo que ganó en la temporada la UDL y es por eso por lo que se encuentra tercera, con 34 puntos conseguidos, a diez de un Bilbao Athletic que no ha fallado fuera de casa... y del que tienen que aprender los blanquirrojos si todavía quieren optar al primer puesto y, con él, el ascenso directo.