La selección española trabajó ayer la puntería de cara puerta y la velocidad en la circulación de balón en la sesión de entrenamiento previa al tercer encuentro de la Liga de Naciones ante Suiza.
Luis Enrique tiene claro lo que le falta a este equipo: acierto de cara a portería y una posesión algo más fluida. Así lo confirmó en rueda de prensa después de su segundo empate consecutivo en la fase de grupos ante la República Checa.
La sesión preparatoria en la ciudad deportiva del Servette estuvo protagonizada por juegos de mantenimiento de pelota y lanzamientos a puerta. La selección sufre mucho ante conjuntos bien organizados en bloque bajo, cada vez es más evidente, y el técnico asturiano cree en la posesión como su mejor arma para desmontar el previsible cerrojo que presentará el combinado helvético.
El cuadro dirigido por Murat Yakin ha perdido los dos compromisos que ha disputado en la presente edición de la Liga de Naciones, 2-1 frente a la República Checa y 0-4 ante Portugal, pero el recuerdo reciente del último enfrentamiento entre la Roja y el cuadro centroeuropeo en los cuartos de final de la pasada Eurocopa, que se tuvo que decidir en los lanzamientos de penalti, no invita nada a la relajación.
España, que camina como segunda de grupo, buscará su primera victoria en esta edición de la competición mañana a las 21,00 en el Estadio de Ginebra, casa del Servette.
En esta ventana internacional aún le queda afrontar un duelo más en casa, el que le enfrentará a la República Checa de nuevo en La Rosaleda de Málaga. Sacar los seis puntos de estos dos últimos enfrentamientos es vital para que el primer puesto no se escape y poder estar, por segunda edición consecutiva, en la 'Final Four'.