Malestar generalizado entre la abogacía riojana ante un hecho casi inédito que se ha sucedido durante este pasado mes de agosto. Algunos abogados elevan la voz ante las notificaciones remitidas por parte de los funcionarios de Justicia directamente a los particulares inmersos en diferentes procesos judiciales, en lugar de trasladarlas a los abogados que llevan el procedimiento legal de dichas causas. De hecho, la queja se ha trasladado ya al Ilustre Colegio de la Abogacía de La Rioja para que el organismo colegial lo eleve a su vez al propio Palacio de Justicia.
«En muchos casos, nos hemos quedado con cara de tontos», sintetiza un letrado de la capital riojana que prefiere mantenerse en el anonimato. Lo habitual, y lo lógico, continúa, «es que las citadas notificaciones lleguen directamente a los abogados para que éstos estudien y analicen la comunicación y que seamos nosotros los que traslademos, expliquemos y asesoremos a nuestros clientes» sobre la información remitida desde los juzgados. Pero este mes de agosto, al menos en algunos casos, no ha sido así.
El mes vacacional por excelencia suele ser de muy escasa actividad judicial y sin embargo, se han dado casos que rozan «el esperpento». A modo de ejemplo, este letrado relata el caso de «una mujer que denunció en su día un caso de acoso. Los propios funcionarios de Justicia le comunicaron en agosto directamente a ella el sobreseimiento de la causa». Más allá de su sorpresa por la decisión judicial, y más allá de la legitimidad o no de la denuncia, la mujer intentó contactar de forma inmediata, sin éxito, con su abogado, que «esos días se encontraba en la playa». El siguiente paso fue comunicar con otro abogado con el objetivo de que éste intentara, a su vez, contactar con el letrado que lleva su causa. «La sorpresa de todos fue mayúscula. Es una auténtica aberración», califica el letrado.
El malestar entre la abogacía ha llegado ya al Colegio de Abogados en forma de queja para que traslade la situación que se ha dado este mes de agosto a quien corresponda dentro del organigrama judicial de la Comunidad autónoma.
«con cara de tontos». «Ya no hay remedio -prosigue el abogado- pero sí es necesario adoptar medidas para que no vuelva a repetirse una situación así». Entiende el letrado que los funcionarios de Justicia puedan aprovechar para disfrutar de sus vacaciones en el mes de julio con el objetivo de dedicar agosto, un mes tradicionalmente tranquilo en las sedes judiciales, «para sacar adelante el trabajo, pero, desde luego, sin notificaciones directas a los particulares. Se nos queda cara de tontos», insiste este abogado logroñés.