"Denunciaremos cualquier contrato de uva que incumpla la Ley"

Gustavo Basurto
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Viticultor y dirigente agrario, Eduardo Pérez está al frente de ARAG-ASAJA desde hace cinco años y ocupa, además, una de las seis vicepresidencias en la directiva nacional de la organización.

Eduardo Pérez Hoces, en una viña en una imagen de archivo. - Foto: ARAG ASAJA

La incertidumbre por la previsible caída en los precios de la uva la conoce bien Eduardo Pérez Hoces como presidente de la mayor organización agraria de La Rioja, pero también como viticultor en Arenzana de Arriba, su pueblo. Precisamente hoy, este joven productor de 34 años, dedicado a la viña y al cereal desde que acabó sus estudios de Grado Superior de Enología, comenzará a recoger uva con la esperanza de que las aguas vuelvan a una cierta normalidad en los contratos de venta a las bodegas y, de que esas otras, las que caen del cielo, den un respiro hasta que concluya la cosecha.  

La vendimia está ya lanzada. ¿Qué perspectivas de cosecha hay con lo que ya se va viendo?

Ha sido un año muy complicado. Empezamos con mucha sequía y hemos tenido un verano muy caluroso, que ha hecho sufrir a las vides. Las últimas lluvias han beneficiado bastante al cultivo, aunque en algunas zonas las fuertes tormentas han destrozado viñedos en ciertos municipios. Y esas lluvias han retrasado un poco la maduración de la uva.

La preocupación por los precios de la uva es máxima. Desde ARAG han alertado sobre bodegas que estaban fijando precios 'ruinosos'. ¿Se confirma eso con  nombres y apellidos?

Algunos socios nos han transmitido que ciertas bodegas querían pagar por debajo del umbral de costes de producción. Y desde julio es obligatorio que todos los contratos suscritos por las bodegas se suban a una plataforma informática, con el fin de controlarlos. De esta manera, el Gobierno tiene más fácil vigilar el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria para garantizar la rentabilidad de los viticultores. Desde ASAJA hemos pedido a la Consejería de Agricultura que se incrementen los controles;que centre el tiro en ciertas bodegas sobre las que se han oído comentarios de propuestas por debajo de costes de producción, aunque no tenemos certeza de contratos firmados. También pedimos a Delegación del Gobierno que, a través de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), extreme la vigilancia. 

Más allá de rumores, ¿se ha denunciado ya a alguna bodega?

No ha habido ninguna denuncia. En julio se tenían que haber firmado los contratos para subirlos a la plataforma, pero no se ha hecho, porque siempre se espera hasta el último momento y está ese nerviosismo de los viticultores al ser la uva un producto perecedero que tienen que entregar a las bodegas. Hoy no conocemos un contrato con la bodega equis, sino propuestas. En cuanto tengamos conocimiento de alguno que incumpla la Ley de la Cadena Alimentaria, desde ASAJA lo vamos a denunciar.  El viticultor está muy asfixiado y es preocupante ver los precios de uva que se ponen sobre la mesa cuando los beneficios de ciertas bodegas son históricos. Además muchas plantean contratos generales, pero deben ser individuales, porque cada viticultor tiene sus costes.   

Pese a lo que dice la Ley, ¿cree que se cerrarán operaciones de venta de uva inferiores a los 55, como se ha escuchado desde alguna bodega?

Como digo, aún no tenemos contratos firmados por ambas partes, pero sí sabemos de propuestas de ciertas bodegas en torno a 55 céntimos, aunque hay que indicar que son una minoría. Eso no cubre los costes de producción, máxime en un año en el que se han incrementado sustancialmente. Como ha indicado la Consejería, el coste medio para el viticultor está en torno a 71 o 72 céntimos el kilo de uva tinta y los precios deben ir rondando esas cifras. 

¿Ese sería un precio aceptable?

Dadas las circunstancias de la disminución de ventas y la problemática que tienen las bodegas, entendemos que no se pueden hacer esfuerzos mayores, pero debe garantizarse la viabilidad tanto del sector productor como del comercializador. 

¿Para hacer cumplir la Ley y que no se venda uva por debajo de costes es preciso aplicar mano dura?

Nosotros llevamos años pidiendo a la Consejería que si cree en la Ley de la Cadena Alimentaria, debe apostar por ella. Este último año se ha incrementado el número de inspectores  en La Rioja y desde luego tiene que haber sanciones ejemplarizantes. También hemos pedido que las bodegas que no cumplan, se queden fuera de las concesiones administrativas, en temas de ayudas, ferias, etc. 

¿En esa labor de vigilancia, será suficiente con el área de seguimiento y control que ha creado la Consejería?

Entre la AICA, a nivel nacional, y el Gobierno de La Rioja, creemos que podrán abarcar bastante número de contratos. Y además van a dirigir el tiro hacia ciertas bodegas. Pero somos más de 8.000 viticultores en Rioja y muchos tenemos más de un contrato con bodegas. El miedo y el nerviosismo ante la vigilancia de la Administración pueden frenar operaciones indebidas. 

Tal y como están las cosas en cuanto a precios de la uva y caída de ventas de vino, ¿se avecinan años de vacas flacas en Rioja?

No solo en Rioja. Estamos viendo que Ribera ha caído un 30 por ciento, lo vemos en Rueda y en otras denominaciones, como en Burdeos o en Italia. Son problemas que han surgido estos años, el brexit, el covid, la invasión a Ucrania, los aranceles de Trump...y un cambio en los consumidores, de los jóvenes, que se van a vinos más frescos, afrutados o blancos y el sector se tiene que amoldar a esas peticiones. El descenso en el consumo de vino es una crisis internacional. El problema es que nosotros somos una denominación de origen importante, muy grande, con gran cantidad de venta de vino y en cuanto hay un problema afecta a mucho volumen. Pero Rioja es una marca con fortaleza y mejor preparada que otras denominaciones para salir de esa crisis.

¿Y los productores están dispuestos a cambiar su forma de hacer viticultura para adaptarse al mercado?

Del día a la noche, ni bodegas ni viticultores podemos cambiar nuestra forma de trabajar, pero se van dando pasos, con las garnachas, con vinos un poco más afrutados y dulces para sectores jóvenes y femenino, elaboraciones de crianza no tan clásicas con la madera. Desde ASAJA pedimos unidad y consenso en las decisiones que se tomen y no de forma particular de cada organización.

¿Las tensiones en el seno del Consejo Regulador, con la marcha de Bodegas Familiares y la organización alavesa ABRA de los órganos de Gobierno, son algo coyuntural o un indicio de una crisis más profunda?

En el caso de Bodegas Familiares, compartimos el fondo de sus reivindicaciones, pero no las formas. Compartimos la importancia de vender vino de calidad, centrado en la estrategia, en dar más notoriedad a la uva y al vino. Que el Rioja tenga un elemento diferencial basado en la calidad, en la excelencia. Pero en este momento se necesita unidad y estabilidad en Rioja.

¿Las ayudas a bodegas para destilar excedentes de vino, condicionadas a la compra de uva a viticultores, han ayudado al sector productor?

Han aliviado un volumen importante de vino, pero no puede ser que el mayor esfuerzo para salir de esta crisis recaiga en el viticultor. Y constatamos que esas ayudas no están repercutiendo en el mejor precio de la uva. Por eso hemos solicitado con la Consejería de Agricultura que las ayudas de 2024, que se supone que serán de 17 millones de euros, vayan directamente al agricultor para compensar su pérdida de renta. 

¿Faltan temporeros?

Sí, así es. Cada vez tenemos más problemas de mano de obra y cada vez más gente opta por la vendimia mecánica; el año pasado fue en torno a un 45 por ciento y seguramente este año aumentará. 

El viernes publicábamos una noticia sobre un empresario que empleaba a 13 trabajadores sin contrato en Calahorra. ¿Es un caso aislado o hay  mucha explotación laboral?

Vemos que a veces surgen este tipo de situaciones. Pero me gustaría saber si ese empresario es un viticultor o una persona que busca gente para ofrecérsela a los viticultores como una empresa de servicios. Hay personas que se aprovechan de estas personas vulnerables. En cambio, me atrevería a decir que el 99 por ciento de los viticultores de Rioja quieren que sus trabajadores estén bien pagados y cuidados, entre otras cosas, egoístamente, para que trabajen de la mejor manera.

Ustedes salieron a la calle con 400 tractores en marzo para protestar por la política del Gobierno regional anterior. ¿Sigue habiendo motivos para movilizarse o esperarán a los cien días de cortesía de Noemí Manzanos como consejera?

Siempre hay que dar un margen para que la Administración se sitúe. Pero es verdad que en un mes, la Consejería de Agricultura ha sacado el tema de la destilación, a pesar de que no había dinero, y lo hizo en tiempo récord. Nos permitieron cosechar por encima de 35 grados y se ha visto que no ha habido problema de incendios; han sacado la Ley de Bienestar Animal y nos han planteado que modificarán la Ley de Caza, con una serie de alegaciones, mientras que el Gobierno anterior no aceptó ninguna. Desde ASAJA reclamábamos reuniones periódicas con el sector y eso, por ahora, se está cumpliendo. Pero si la situación no mejora y volviésemos a ver la dejación que denunciábamos en la Consejería anterior, desde luego que ARAG-ASAJA volverá a salir a las calles.

En aquella protesta, desde el Gobierno Andreu se dijo que les movían intereses políticos, con una tractorada poco antes de las elecciones. ¿Serán igual de reivindicativos con el Ejecutivo de Capellán?

Desde luego. En las reuniones, les hemos transmitido que como haya dejadez en el sector volveremos a salir a la calle a manifestarnos. ARAG-ASAJA es una organización libre que depende cien por cien de sus agricultores y ganaderos. Hicimos aquella manifestación en marzo y no en enero, como queríamos, porque las otras organizaciones agrarias daban largas y dimos un ultimátum al ver que se echaban encima las elecciones.

La Ley de Agricultura y Ganadería se paralizó. ¿Urge esa norma?

Creemos que es muy importante para darle importancia al sector y para reivindicarlo.

La sequía y las tormentas han mermado el cereal, la fruta en algunas zonas, almendra y los pastos. ¿2023 cerrará como un annus horribilis?

Ciertamente, este año, quitando las peras y la patata, los cultivos están muy tocados. La sequía afectó a los pastos y hay poco forraje, lo que eleva aún más los costes de los ganaderos, que también están afectados por la tuberculosis y nuevas enfermedades, como el EHE. En el cereal, la sequía ha dejado parcelas con rendimientos de producción muy bajos y producción de paja escasa. En la almendra, a la baja producción se le suma bajos precios por una producción alta en Estados Unidos. En el champiñón, le pedimos a la Consejería un plan estratégico que contemple ayudas por los altos costes que tienen en la compra de paja y los problemas con el 'pelo', que merma sus producciones.

¿El anuncio de la UE de rebajar la protección del lobo ha llevado tranquilidad a los ganaderos?

El lobo siempre ha existido y existirá, pero debe haber un control de su población. Lo que no puede ser es que veamos continuamente ataques y que el lobo se está dejando ver, porque realmente la población ha crecido sustancialmente. Pedimos que se actúe en zonas donde hay ataques continuados, como hay ahora. 

¿Tienen constancia de que el Gobierno de La Rioja esté pensando autorizar alguna extracción de lobo en zonas con ataques recurrentes?

Tiene muchos problemas para llevarlo a cabo, por la normativa, porque la realidad no es tan bonita como lo que nos contaron en su momento. Cuando se quiere aplicar esa normativa no es sencillo, porque se necesita que lo apruebe el Ministerio de Transición Ecológica, que es contrario a ello. Nos parece positivo que la Unión Europea esté apoyando y sabemos que la Consejería de Agricultura y Ganadería se está moviendo a nivel regional y con otras comunidades que quieren hacer de nuevo esa votación en la que el lobo se incluyó en el Lespre (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial).

¿Peligra el relevo generacional?

Desde luego, porque cuando un sector no es rentable, los jóvenes huyen. Para introducirse en la agricultura y en la ganadería hay que hacer inversiones muy fuertes, sobre todo si no vienes de padres o abuelos del sector. O lo cuidamos o se verá en peligro de extinción. 

¿Hay cultivos alternativos que sería interesante traer a La Rioja?

Sí, pero como en todo, hay oscilaciones. Este año podía ser positivo para la patata, por la escasez de alimentos, pero años atrás ha estado perdida de la mano de dios. La colza tuvo su momento, pero ahora los precios no son tan atractivos. Y esa es la incertidumbre del agricultor.