La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando espera que el Estado español ejerza su labor de tutela sobre el patrimonio y evite que el proyecto de construcción de la sede de la empresa Bosonit produzca un «expolio» en el centro histórico de Logroño. Es, al menos, en lo que confía el académico Antonio Almagro, arquitecto miembro de la Comisión de Patrimonio y Monumentos Históricos de la Academia y autor del informe crítico con este proyecto, remitido a todas las administraciones y al Icomos, organismo asesor de la Unesco.

Almagro, con larga trayectoria profesional en gestión y protección patrimonial, asegura que la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 autoriza al Estado a intervenir en el supuesto de que la comunidad autónoma no actúe contra un caso de «expolio», una figura legal que define el daño a un bien declarado bien de interés cultural (BIC).

El académico asegura que aunque el proyecto de la sede de Bosonit en la calle Marqués de San Nicolás 20 está aún en la fase de modificación del Plan General, dado que todavía no se ha aprobado licencia de obras para el edificio, «todo va en esa dirección atentatoria para el patrimonio».

A su juicio, el objetivo es evitar que se produzca expolio, «y desde la Academia queremos advertir de que puede haber esa infracción antes de que se produzca». Esa infracción al patrimonio se produciría, según él, por los volúmenes y características del proyecto, que no concuerdan con la arquitectura tradicional del casco histórico de Logroño, y por la proximidad a la iglesia de Santa María de Palacio, monumento histórico y que además está afectada por problemas estructurales, así como por la cercanía también al templo de San Bartolomé, declarado BIC.

Ante esta situación, el representante de la Academia de San Fernando recuerda que el Gobierno de La Rioja es el responsable, por ley, de velar por la protección del patrimonio en la región, pero en el caso de que la Comunidad no actúe, tiene obligación de intervenir el Ministerio de Cultura y Deporte.

Y es que a Antonio Almagro le resulta «alarmante» que el Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja, dependiente del Gobierno regional, haya dado su visto bueno al cambio del Plan General de Urbanismo de la capital, pese al informe desfavorable de sus propios técnicos de la Dirección General de Cultura.

Decisiones políticas. «Esto indica que ha podido tomarse una decisión política, porque en este tipo de consejos suele haber una mayoría de representantes políticos», apostilla el académico de San Fernando, que se lamenta de la escasa atención que le prestan los gobiernos regionales a los dictámenes de la Real Academia de Bellas Artes. 

La intervención del Estado en este caso se justifica además, según Almagro, por la proximidad del edificio que proyecta Bosonit con respecto al Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Recuerda este experto que el Gobierno español es la institución que se responsabiliza ante la organización de Naciones Unidas de cumplir lo firmado en la Convención del Patrimonio Mundial, y por consiguiente de que el Camino de Santiago no se vea afectado en su configuración, lo que podría dar lugar a una llamada de atención por parte de la Unesco. Almagro considera «alarmante» también que se haya desoído la opinión del Colegio de Arquitectos de La Rioja (Coar), que emitió informe desfavorable a la modificación para el proyecto Bosonit.

«Lo agilizan mucho;tememos que en un mes o dos tengan licencia»

Las entidades y asociaciones críticas con la modificación urbanística aprobada para que la sede de Bosonit se construya en la calle Marqués de San Nicolás advierten de la celeridad que se le ha dado al proyecto, frente a las cuestiones ordinarias en el urbanismo local, y creen que está ya todo decidido para sacarlo adelante.

«Esto se ha agilizado todo mucho; nos tememos que en un mes o dos se apruebe la licencia de obras», explica el arquitecto Juan Carlos Merino, miembro del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (Coar), que este martes intervino en una nueva reunión de los colectivos que rechazan la operación urbanística y que insiste en que no tienen nada contra la empresa y su desarrollo en Logroño, pero sí con alterar todas las previsiones del urbanismo local para forzar la aprobación del edificio en un solar aledaño a la iglesia de Palacio. «No hay fuerzas oscuras en contra de la empresa; el edificio se podría hacer en otro sitio», comenta Merino.

Por la información de la que disponen, el Consejo de Patrimonio de la Comunidad, dependiente del Gobierno de La Rioja, volverá reunirse en breve para informar sobre el proyecto básico del edificio de Bosonit, que ha sido ya presentado en el Ayuntamiento. El representante del Coar sospecha de que de nuevo el dictamen del Consejo de Patrimonio, que es vinculante, será favorable al proyecto, lo que dejaría vía libre al Ayuntamiento para otorgarle licencia de obras.

Juan Carlos Merino critica que se desprecie el informe de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que alerta del incumplimiento de toda la normativa urbanística y de protección del patrimonio, incluso internacional. Eso sí, recuerda el precedente de un edificio en Segovia que debió ser parcialmente derribado por la intervención de la Unesco. 

Con respecto a la posibilidad de recurrir la modificación urbanística en la jurisdicción contencioso-administrativa, el arquitecto indicó que no se ha tomado la decisión, porque aún hay plazo.